Los humanos tenemos ya muchas generaciones de existir en el planeta, y desde el primer momento en que pusimos un pie sobre la superficie de la Tierra, nos hemos dedicado a explotarla al igual que a todos los seres vivos con los que compartimos este mundo.
Cada vez es más común ver, escuchar o leer en los medios de comunicación que el planeta y los que lo habitamos estamos cada vez más cerca de nuestra extinción; que ya superamos los dos grados de temperatura permitidos y los daños que hemos provocado son irreversibles.
Se rumoran teorías sobre una sexta gran extinción con características únicas: la nuestra, provocada por nosotros mismos a causa del instinto destructivo que tenemos.
Mientras vemos cómo un futuro donde las máscaras de gas se convierten en una prenda de uso común y los animales que alguna vez vimos habitar los distintos ecosistemas desaparecen, un grupo de científicos identificaron las siete actividades que los humanos realizamos frecuentemente y están destruyendo el planeta y la humanidad.
El hiperconsumismo
El hiperconsumismo es el provocador de todos los problemas a los que ahora nos enfrentamos junto con el modelo económico que lo soporta. El consumismo desmedido genera desperdicios, los cuales destruyen y contaminan el planeta a escala masiva.
Al año, los grandes comercios tiran toneladas de comida por motivos burocráticos mientras cientos de miles de personas mueren de hambre; los teléfonos celulares, al igual que la mayoría de productos que compramos no tienen un esperanza de vida mayor a un año.
En pocas palabras, el hiperconsumismo lleva a la sobreexplotación de los recursos naturales, a la contaminación del planeta y, eventualmente, a nuestra destrucción. Tenemos y generamos demasiadas cosas que no necesitamos. Si queremos evitar un desastre ecológico tenemos que cambiar nuestra manera de utilizar y consumir los recursos que nos quedan.
Dar sobradas libertades al sector corporativo
El poder corporativo sería el segundo al mando en la manada de hábitos destructivos que poseemos. Las corporaciones privadas son quienes dominan el mundo; y si combináramos las 200 empresas más poderosas, éstas superarían el poder económico de más de 180 países.
Emplean a miles de personas y son una fuerte influencia dentro de gobiernos y corporaciones en todo el mundo. Son las empresas que generan y desarrollan tecnología y venden y distribuyen todo lo que consumimos. Desde nuestros alimentos hasta nuestras computadoras y prendas.
Son quienes destruyen los ecosistemas para construir hoteles y explotan todo recurso que se les ponga enfrente.
Los automóviles
Pronto habrán más de dos billones de automóviles en la Tierra y menos del uno por ciento de ese total puede ser considerado como verde o ecológico.
Los automóviles son los principales emisores de gases de efecto invernadero, los que provocan el calentamiento global. Las carreteras que necesitan para poder trasladarse también son un problema. Ya que destruyen fauna y flora de los lugares por donde pasan y promueven la expansión de los humanos a zonas naturales que habitan cientos de especies distintas.
Además, son generadores de ruido y tráfico, un factor fundamental en la calidad de vida de los ciudadanos de las grandes orbes. De no comenzar a generar medios de transporte sustentables con energía limpia, la destrucción del planeta será inevitable.
Sobrepoblación
Un tema del que nadie quiere hablar porque todos quieren tener hijos, aunque digan lo contrario. Actualmente habitamos la Tierra cerca de 7.5 billones de habitantes; se calcula que para 20150 la población habrá crecido a tal punto que seremos entre 9 y 10 billones de habitantes.
El principal problema de la sobrepoblación es la cantidad de recursos que cada humano necesita consumir para sobrevivir. Por ahora más de un millón de personas viviendo en condiciones de pobreza puede no parecer un problema grave, pero conforme el número aumente, el daño que provoquen será exponencial.
Falta de tierra fértil
La tierra es otro problema ecológico. La sobrepoblación, las malas prácticas ganaderas y la deforestación de selvas y bosques están provocando un ambiental.
En la calidad de la tierra dependen muchas de nuestras necesidades. La más básica: nuestros alimentos. En los últimos 40 años, cerca del 30 por ciento de la tierra fértil del planeta ha quedado erosionada, es decir, muerta para siempre.
De no hacer uso responsable de la tierra disponible, en pocos años no quedará ningún pedazo de tierra fértil que pueda proveer a toda la población de alimentos.
Inequidad
La diferencia entre las clases sociales es uno de los principales problemas a los que que actualmente nos enfrentamos como humanidad. El resentimiento y la diferencia entre las oportunidades que existen entre la clase alta y la baja dividen a las personas y a la sociedad, generando crisis y mayor desigualdad.
Además, si el modelo económico bajo el que funcionamos es capitalista, eso quiere decir que la mayoría de nuestras satisfacciones provienen de la adquisición de bienes materiales. Al no tener la capacidad de adquirir lo que la sociedad establece para ser feliz, estar satisfecho con la vida puede tornarse complicado.
Pobreza
Probablemente la pobreza es el cáncer que acabe con todos nosotros. La madre de lo que se conoce como el círculo vicioso de la pobreza, el cual fomenta el trabajo infantil, interrumpiendo o evitando que los niños vayan a la escuela; lo que a su vez provoca que sus oportunidades de crecimiento sean buenas, lo que en un principio los obliga a poner a sus hijos a trabajar.
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