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» » » Entérate cómo dominar a un hombre en el sexo

Alberto 28 dic 2016 0 No hay comentarios

Algo mortífero y seductor se oculta en lo desconocido. Gatúbela es un personaje ficticio en el universo DC Comics, pero en la mente de los hombres, esa gatita usa como bola de estambre las fantasías de todos aquellos que se han mirado en sus ojos.

dominar a un hombre en el sexo

El encanto explosivo de su carácter y la sensualidad felina de sus movimientos son el punto débil de cualquier hombre. Los somete al instante.


Olvídalo, no necesitas ser Catwoman para dominar a un hombre en el sexo. 

¿Por qué no invertir los papeles y jugar un poco de vez en cuando?, ¿por qué no reescribir el guión de cada encuentro y sorprender a tu pareja con la picardía de una sonrisa malévola? En el sexo, la timidez jamás ha sido una buena anfitriona. Aun cuando la literatura sobre la sexualidad, el erotismo y las posturas sexuales son cada vez más vastas, no necesariamente son más confiables; con regularidad hay un elemento que se deja de lado: la actividad femenina.

De acuerdo con distintas investigaciones, los hombres con una pareja estable se masturban más. Como tienen más relaciones sexuales (y con mayor frecuencia) producen más testosterona y mientras más de esta sustancia generen; se excitan más. Se trata de un círculo vicioso en el que tanta energía podría emplearse de una manera diferente.

Si estás cansada del mismo plan con tu pareja, necesitas asumir el control y perder el miedo a tomar la iniciativa. La seducción se ha asociado con la figura masculina pero no tiene por qué ser así. También ustedes, las mujeres, están interesadas en asumir la voz de mando en la relación y la intimidad podría mejorar muchísimo si lo sugieres. Si aún no sabes cómo hacerlo o te aterra pensar en proponérselo a tu pareja, a continuación, enlistamos algunas sugerencias para dominar al hombre en una relación pasional y alegre para los dos.

Prepara tu plan (juega con su mente)


Antes de encontrarte con él, alista un plan. No tiene porqué ser aburrido. ¿Por qué no enviarle una caja forrada que contenga un mapa de tu cuerpo y las cosas que deseas que haga en cada una de ellas?
Su imaginación volará de inmediato: no saldrás de su cabeza ni un momento.

Alista el terreno de juego


En más de una ocasión se ha dicho que los hombres no están interesados en los detalles; no es cierto. El preludio es tan importante para ellos como lo es para ustedes. La habitación de un hotel, la parte trasera de su auto o incluso tu propia recámara lucirán muy sensuales con un poco de aromatizante y en algunos casos ambientados con un poco de música. Ten por seguro que terminarán cantando a una sola voz, no todo son pétalos de rosas.

Hazle saber tus fantasías


Tus fantasías son el condimento indicado para aumentar su líbido. Dile cómo te gustaría que te hable o que te acaricie, indícale el camino de tu cuerpo que más te excita. No existen reglas. 

Jueguen, jueguen y no dejen de hacerlo


Los juegos de rol son una alternativa fantástica para que tomes el control. No todo gira entorno a la enfermera y el paciente. También podrías ser la ladrona de su departamento, su habitación o la de su mejor orgasmo. En esta situación Gatúbela será el pretexto ideal para poner en práctica una mala costumbre… muy deliciosa.

Somételo sin misericordia 


Una práctica oriental sugiere tener sexo sin penetración. Tocar y acariciar cada rincón de tu cuerpo debe hacer que pierda la cordura. Venda sus ojos y conduce sus manos, sus labios o su lengua por las zonas de tu cuerpo que más placer te brindan. No te contengas, a estas alturas tú eres la única soberana y él es un siervo leal a tus más exquisitos deseos. 

Deja tu huella 


Los chupetones son de muy mal gusto, no los realices. Sin embargo, arañar su espalda cubierta de sudor, recorrer su pecho con tus labios, apretarlo contra tu cuerpo mientras aumenta la temperatura, lo hará retorcerse de placer entre tus brazos; y no te olvidará jamás. 

Afila tus palabras 


A diferencia de las mujeres, los hombres son más visuales; es verdad, pero no están sordos. Susúrrale lo mucho que te gusta, halaga su cuerpo (sin exagerar) y expresa todo lo que has querido decirle cuando lo miras, pero no estabas segura de hacerlo. Éste es el momento. Una descarga eléctrica recorrerá su piel y él sólo dirá tu nombre, olvidará el resto de su vocabulario. 

Dicta tus propias reglas 


Si en el clímax de la excitación él te ruega por continuar; cambia el ritmo. Detente. Enséñalo a contemplar tu cuerpo y cuando aprenda a mirar el latido del infierno que ha desatado en tu piel, pídele que comience de nuevo. Esta vez sólo mandas tú y eso, aun cuando no lo acepte, lo vuelve loco.

La belleza es una linda excusa en cualquier relación humana, el deseo es, sin duda, lo que provoca el encanto de poseer algo. La próxima vez que tú y tu pareja deseen experimentar nuevas cosas, asegúrate de ser tan partícipe como él. Nadie ha dicho ni está escrito que sólo el hombre deba tomar la iniciativa. Una mujer decidida es mucho más sensual y atractiva que sólo un rostro o un cuerpo bonito. Olvídate de los tabúes y las rancias recomendaciones. 

Al final, el secreto está en dominarlo más allá de las sábanas y hacer que no quiera levantarse de la cama.

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