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» » » El mito del desayuno y el peso

Alberto 10 jun 2014 0 No hay comentarios


Siguen sin ponerse de acuerdo si conviene o no hacer ayuno para evitar obesidad.

el hambre en el día, por lo que las personas comen en exceso y buscan bocadillos para compensar la falta de energía debido a la carencia de comida a primera hora de la mañana.

Comer un desayuno saludable es una buena manera de empezar el día y puede ser importante para lograr y mantener un peso saludable", asegura el sitio web del cirujanos de los Estados Unidos.

Sin embargo, de acuerdo con un informe publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, sólo existen pocos ensayos rigurosos y controlados cuidadosamente que han probado esta afirmación. Así, la nueva investigación muestra que la idea de que comer el desayuno ayuda a perder peso en gran parte se debe a estudios mal interpretados. Por lo general, los análisis concluyen que la falta de desayuno tiene poco o ningún efecto sobre la ganancia de peso o que las personas que desayunan terminan consumiendo más calorías diarias que quienes evitan desayunar.

Aunque decenas de estudios observacionales han encontrado asociaciones entre los hábitos de desayuno y la obesidad, no existe evidencia de causa y efecto directa, afirmó el Dr. David B. Allison, director del Centro de Investigación de Nutrición y Obesidad de la Universidad de Alabama en Birmingham, escribe Anahad O’Connor en The New York Times.

Allison y sus colegas estudiaron la literatura médica y encontraron que la única prueba cuidadosamente controlada a largo plazo acerca de consumo rutinario de desayuno y el efecto en el peso corporal data de 1992. Ese estudio se llevó a cabo durante 12 semanas en la Universidad de Vanderbilt y tuvo resultados mixtos. Adultos moderadamente obesos que habitualmente omitían el desayuno perdieron un promedio 8 kilos, cuando fueron puestos en un programa alimenticio que incluía el desayunar diariamente. Mientras que quienes desayunaban regularmente, perdieron casi 9 kilos cuando se saltaron el desayuno. Ambos programas incluyeron la misma cantidad de calorías y cada de estos regímenes hizo que la gente perdiera más peso que un programa en el que los hábitos de desayuno típico de un sujeto no cambian.

Ese estudio fue realizado con 52 mujeres adultas con obesidad, por lo que es bastante pequeño y delimitado y no arroja datos que sean aplicables a toda la población, escribe . Se cree que en cuanto al desayuno se refiere, el factor más importante en la pérdida de peso puede el drástico cambio en la rutina.

Los que tenían que hacer los cambios más sustanciales en los hábitos de alimentación para cumplir con el programa obtuvieron mejores resultados", escribieron los autores en su artículo.

Allison dijo que los resultados no mostraron ningún efecto sobre el comer o no comer el desayuno. A través de los años los hallazgos fueron malinterpretados, señalan el Dr. Allison y sus colegas quienes encontraron cerca de 50 artículos sobre el desayuno y el peso corporal en textos médicos. De esos papeles, 62 % citó los conclusiones de manera inexacta y estaban sesgados a favor de que desayunar evita el aumento de peso.

Otro estudio que se convirtió en la base de la desinformación generalizada fue publicado en 2002. En él, los investigadores analizaron los datos del Registro Nacional de Control de Peso, que rastrea miles de personas que han perdido peso y mantienen la pérdida durante al menos un año. Estos datos mostraron que después de su pérdida de peso, alrededor de 80% de las personas reportaron un consumo regular de desayuno.

No hubo ninguna diferencia en el consumo de energía reportado entre los comedores de desayuno y los no comedores, pero quienes desayunan reportaron una actividad ligeramente más física que los quienes no comen desayuno”, reveló el registro.

Así pues, la investigación mostró que el consumo de sólo desayuno era un comportamiento común entre las personas que estaban tratando activamente de evitar recuperar el peso, así como el refresco de dieta puede ser una bebida común entre personas que hacen dieta, pero no necesariamente la causa de su pérdida de peso.El Dr. Allison halló que cerca de la mitad de 72 estudios posteriores acerca del desayuno y la pérdida de peso que citaron el estudio de registro antes mencionado, exageraron en sus conclusiones, y aproximadamente una cuarta parte sugirió que existía una relación causal entre los hábitos de desayuno y la obesidad.

Los científicos son seres humanos y son susceptibles al sesgo de confirmación también", dijo Allison al New York Times.

¿Entonces ayuno?

Mientras tanto, un pequeño número de ensayos aleatorios no ha dejado de sembrar dudas sobre el efecto del desayuno. Por ejemplo, en la Universidad de Cornell, los científicos han demostrado en algunos casos, pero no todos, que privar a la gente de desayunar puede conducir a comer más calorías en el almuerzo. Pero esas calorías extra no compensan las calorías que se perdieron en el desayuno, así que al final del día, todavía terminan comiendo menos calorías en general. Los investigadores de Cornell han argumentado que para algunos adultos el saltarse el desayuno puede ser una buena manera de reducir el peso.

No obstante, el Dr. Allison indicó que todavía no se sabe la verdad sobre la relación entre el desayuno y el peso corporal, si es que existe. Sin embargo, los estudios observacionales tratan de valerse de dicha asociación y no hacen nada para demostrar la veracidad de dicho argumento.

En algún momento, esto se vuelve absurdo. Estamos haciendo estudios que tienen poco o ningún valor. Estamos perdiendo el tiempo, el intelecto y los recursos, y estamos convenciendo a la gente de las cosas sin tener una clara evidencia”, dijo el Dr. Allison.

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