Cada vez que nos remitimos al Imperio Romano, siempre que hemos hablado sobre números, contamos desde el número uno (I). Pero, ¿por qué nunca nos han hablado del número cero?
Actualmente, nosotros usamos el sistema numérico posicional, en el que el valor de un carácter depende de la posición que tenga. El cero es un carácter que significa vacío, que solo interviene para indicarnos la posición de los demás números. Pero, los romanos utilizaban, al igual que los griegos y aztecas, el sistema aditivo, en el que un número solo es ese número. Por ejemplo, V, solo es cinco.
Nuestro sistema numérico, necesita de “ceros” para representar gráficamente los números mayores: decenas, centenas, etc. Sin embargo, el sistema aditivo de los romanos, expresaba el número 1000 con “M” y 2002 con MMII. No tenían la necesidad de indicar con ceros la diferencia entre decenas y centenas, y así sucesivamente.