Los ciberdelincuentes utilizan los defectos en el sistema de seguridad de Whatsapp y los mensajes falsos de textos para obtener los datos personales de usuarios de este servicio de mensajería instantánea.
La popularidad de los teléfonos inteligentes y el creciente porcentaje del uso de aplicaciones de mensajería instantánea como Whatsapp ha supuesto para los usuarios nuevos riesgos, convirtiéndoles en blancos fáciles de los estafadores y 'hackers', informa el portal 24horas.cl.
Los delincuentes consiguen confundir a los usuarios gracias a varios métodos. Entre los más populares se encuentran los mensajes falsos. El usuario recibe el mensaje de un número desconocido, pero el remitente pretende convencer a su objetivo de que ya se conocen. Al añadir al estafador a su lista de contactos, el usuario, sin desearlo, se da de alta en algún servicio de publicidad.
Además, ya se ha demostrado que los historiales de conversación de Whatsapp son vulnerables: las conversaciones se guardan en la tarjeta microSD. Así que a través de otras aplicaciones que utilizan la microSD para almacenar información se pueden obtener los datos personales del usuario, lo que podría llevar a los piratas informáticos a la información clave contenida en sus comunicaciones.
También, la versión de Whatsapp anterior a la Beta pone en evidencia la ubicación del usuario, aunque él no lo desee. El fallo fue reconocido por la compañía tecnológica y corregido. Sin embargo, los usuarios que todavía usan la versión antigua se exponen al peligro sin saberlo.
Los ciberdelincuentes asimismo se aprovecharon de la fusión de Whatsapp con Facebook. Tras este evento muchos usuarios recibían mensajes falsos con el propósito fingido de "reactivar las cuentas". Este método también tiene el mismo objetivo: el acceso a los datos personales del usuario que pueden ser utilizados tanto en el envío inofensivo, pero molesto de publicidad, como para acceder a sus cuentas bancarias en línea para saquearlas.