La mayoría de nosotros atesoramos los recuerdos de los besos que más no han marcado como si se trataran de piezas con mucho valor. Hemos repetido en nuestra mente esos momentos con la intención de volver a experimentar la calidez que dejan los labios ajenos, los olores, la exitación, los movimientos precisos que los condujeron a besarse.
El tacto es uno de los sentidos más importantes, sin éste el resto no existiría. El tacto nos ayuda a sabernos y a conocer al otro por medio del lenguaje de las pieles. De esta manera, besar es tocar con los labios y equivale a “oír con los ojos”, frase con la que Shakespeare definía la poesía; porque besar también es un acto poético en el que dos almas se fusionan para convertirse en una sola.
Según el antropólogo Vaughn Bryant, de la Universidad de Texas, los besos surgieron como evolución del saludo del hombre primitivo. En aquellos tiempos, saludarse consistía en acercar las narices y olerse, para averiguar información sobre la otra persona, como su salud o estatus; los esquimales aún realizar el “roce de nariz” como gesto de cortesía al encontrarse.
Así es como la “ciencia de besar” ha evolucionado en su estudio y tiene su especialización en la filematología, que se encarga principalmente de estudiar cómo reacciona nuestro cuerpo cuando besa o es besado. Además, también indaga en otras cuestiones como las que te presentamos a continuación:
1. Cuando dos personas se besan, intercambian entre 10 millones y 1 billón de bacterias.
2. Besar es bueno para los dientes. La ansiedad de anticiparse a un beso hace que en nuestra boca se genere más saliva de lo habitual, lo que da a los dientes un “baño antiplaca”.
3. Dos tercios de las personas inclinan su cabeza hacia la derecha cuando besan. Lo estudios de la filematología creen que esta preferencia comienza en el vientre materno.
4. Los especialistas también dicen que es posible determinar si una persona fue amamantada o alimentada por biberón, sólo observando la manera en la que besa. De hecho, el acto de besar es casi idéntico a la manera en la cual los bebés succionan para alimentarse.
5. El famoso “beso francés” comenzó a llamarse así en el idioma inglés en 1923 como un insulto a la cultura de Francia. En aquellos tiempos, se consideraba que los ciudadanos de ese país estaban “demasiado preocupados” por el sexo.
6. Los franceses, en cambio, lo llaman “beso de lengua”, también “beso del alma”, pues consideran que al besarse de esta forma las almas se entrelazan.
7. Un beso apasionado quema 6.4 calorías por minuto y una cucharada de dulce de leche contiene 32 calorías. Para quemarlas, harían falta unos seis minutos de caminata… O besarse durante cinco minutos con mucha pasión.
8. El “beso francés” involucra alrededor de 34 músculos de la cara. De todos ellos, el más importante es el orbicular de la boca, ya que es el encargado de darle forma a los labios durante la acción de besar. También se le conoce vulgarmente como el “músculo besador”.
9. Los chimpancés comunes besan con la boca abierta pero sin involucrar la lengua; sin embargo, los bonobos, una clase de chimpancés que se caracteriza por su cultura matriarcal e igualitaria y por el papel preponderante de la actividad sexual en su sociedad, sí besan utilizando su lengua; estos son los simios más similares en cuanto ADN a los humanos.
10. Besarse al concluir la ceremonia de una boda tiene su origen en la antigua cultura romana, en la que sellaban los contratos con un beso.
Los besos son una manera de satisfacer la necesidad física que sentimos por una persona, por eso es importante que aprendas diferentes técnicas, como estos 16 tipos de besos que le puedes dar a tu pareja y enamorarla para siempre, y así no aburrise. Aunque estos también son un recordatorio de lo que fue, y ojalá fuera tan fácil como decir “Vine a que me devuelvas esos besos que con tanta pasión y sinceridad puse sobre tu boca” para olvidar.
No hay comentarios: