Para escalar por las vigas de acero del segundo edificio más alto del mundo, el Shanghai Tower, de 632 metros, hay que tener nervios de acero. Eso es exactamente lo que tienen dos jóvenes acostumbrados a buscar emociones fuertes.
Los jóvenes fotógrafos, Vadim Majorov y Vitali Raskálov —vestidos de negro y armados de cámaras de fotos y video— aprovecharon la interrupción de las obras de construcción del rascacielos durante el nuevo año lunar, el 31 de enero de este año, para hacer una espectacular y peligrosa expedición nocturna. Claro está, clandestinamente. "La seguridad había disminuido ese día, los obreros tenían el día libre", explica Vitali Raskálov en su blog.
Luego de subir las 120 plantas en aproximadamente dos horas, alcanzaron una plataforma en lo alto de la torre para, posteriormente, subir también por la enorme grúa que corona el edificio. Desde la cima han logrado hacer unas impresionantes fotografías. Tras ser difundida la grabación, la compañía despidió a todos los responsables de seguridad.
Raskálov, de 20 años, viaja por el mundo con su amigo, de 24 años, para conquistar vistas increíbles, trepándose por rascacielos, catedrales y pirámides. La principal hazaña de los dos jóvenes rusos hasta el momento era haber escalado la pirámide de Guiza. Cabe destacar que entre los retos que se han planteado los aventureros están la Sagrada Familia de Barcelona, la Catedral de Notre Dame y la Básilica del Sagrado Corazón de París.
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