Hace casi 68 años, cinco bombarderos estadounidenses que habían despegado de la costa de Florida para entrenamiento desaparecieron. No se hallaron rastros de los aviones ni de los 14 hombres que iban a bordo. Su misteriosa desaparición dio lugar a la historia del Triángulo de las Bermudas.
Era la mañana del 6 de diciembre de 1945.
Mientras salía el sol sobre la base aérea de Fort Lauderdale, en Florida, comenzaba la búsqueda por mar y aire de la tripulación del vuelo de entrenamiento número 19.
"Buscamos en todas las islas durante una semana pero no encontramos restos de nada", le explica a la BBC el teniente David White, que en aquel entonces era instructor de vuelo en la base.
Más de seis décadas después, el teniente White aún recuerda el momento en que escuchó la noticia: "Estaba jugando al bridge con mi esposa. Vinieron a avisarme qué había pasado y qué íbamos a hacer. No lo podíamos creer, cinco aviones perdidos en un simple vuelo de entrenamiento... ¡No, no, no!".
Las condiciones climáticas eran las normales, no había razón que justificara lo sucedido. Se trataba de un ejercicio habitual. "Debían volar 60 millas hacia el este, hacer un vuelo bajo y bombardear los restos de un barco hundido", recuerda.
Esa primera parte del ejercicio parece que fue de acuerdo a lo planeado. Después debían hacer una práctica de navegación.
Debían volar aún más hacia el este, 75 millas aproximadamente, luego hacia el norte y finalmente de regreso a casa, a Fort Lauderdale. Fue entonces que aparentemente comenzaron los problemas.
"Mis brújulas no funcionan"
"Al acabar el bombardeo, el instructor llamó diciendo: ’mis brújulas no funcionan’", relata White. "Divisó una isla y aseguró saber ya dónde se encontraban. El pensó que estaba en los Cayos, pero luego determinamos que en realidad era el norte de Bahamas", explica.
Los Cayos son la punta sur de la costa de Florida. Entonces, el operador de radio recomendó al instructor que se dirija al norte, hacia el Golfo de México, luego de nuevo hacia el este en dirección a Florida, y así regresar.
A cargo del vuelo estuvo Charles Carroll Taylor. Era un piloto experimentado pero no trabajaba frecuentemente en Fort Lauderdale, y no conocía bien el área. Por ese error inicial, en lugar de guiar a la patrulla de regreso los llevó hacia el Océano Atlántico. A uno de los alumnos se le escuchó decir: "Vayamos hacia el oeste, hasta alcanzar la costa", rememora White.
Pero, cambiaron de dirección y fueron hacia el noreste. Por un momento no hubo contacto de radio. Cuando lo hubo, para sorpresa del operador, el líder del vuelo le entregó el comando a uno de los otros pilotos. Y cuando éste se volvió a comunicar con la torre, 20 minutos después, se lo escuchó confundido.
"No sabemos dónde estamos... todo es... no podemos distinguir nada. Creemos estar alrededor de 225 millas al noreste de la base", se le escuchó decir aquella mañana.
Minutos después dijo: "El agua tiene mucho oleaje. Estamos completamente perdidos". David White cree que el vuelo 19 acabó en el agua sobre las 7 de la tarde a unas 150 millas de donde debía estar. Para ese momento estaba oscuro y se formaba una tormenta.
"Si aterrizas en el agua con olas de 8 o 10 pies el avión se destruye, como contra un muro de ladrillo", opina. "Lo que creo que sucedió es que aterrizó, se quebró y probablemente nadie pudo salir, si alguno lo hizo no debe haber durado mucho en la tormenta".
Y había más por venir. Minutos después de conocerse que el vuelo 19 estaba en serios problemas dos aviones de rescate fueron enviados en su ayuda. Esa misma noche uno de los aviones de rescate también se perdió.
"Era un hidroavión PBM Mariner, y desde un barco ubicado en la costa se vio como explotaba y caía al agua", recuerda White. "Fue un segundo desastre".
Días después, cientos de aviones y barcos rastrillaron los mares también en busca del avión PBM pero como con el vuelo 19, no se encontró nada.
El misterio continuó. En 1964, casi 20 años después de la primera desaparición, una revista acuñó la frase Triángulo de las Bermudas para esa gran área del mar ubicada entre la costa de Florida, Bermuda y Puerto Rico. Quienes creen en la leyenda aseguran que muchos más barcos y aviones han desaparecido misteriosamente.
en pocas palabras la historia empezo por la pendejez de los gringos, nada nuevo
ResponderEliminarPuros cuentos como siempre .
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