El jefe afirma que esta práctica ayuda a estrechar lazos entre los empleados y superiores
Cada mañana, entre las 9:00 y las 9:30, antes de empezar con sus labores, en esta empresa de maquinaria para la elaboración de cerveza del distrito de Tongzhou, todas las empleadas han de esperar en línea recta a su jefe.
Una a una, han de acercarse a él y besarle.
Las fotos de esta abusiva rutina diaria se hicieron virales en las redes sociales chinas este pasado viernes. Muchos usuarios en Weibo se preguntaban cómo las empleadas podían seguir trabajando en un entorno tan repugnante:
"¿Cómo pueden estas mujeres aceptar esto? ¿Lo saben sus maridos y sus novios?" comentaba alguien en su perfil, dándole más importancia al "honor" de las parejas de estas mujeres que al derecho a la dignidad de ellas.
Solo dos de las empleadas se negaron por completo a besar a su jefe y decidieron dejar el trabajo.
"Quiero preguntarles a estas trabajadoras: ¿Acaso no tenéis dinero? ¿Os moriríais de hambre si cambiarais de trabajo?" decía otro, como si el mayor problema fuese la actitud de las empleadas, no del hombre que abusa de su poder.
"El jefe es un pervertido, pero las trabajadoras son tontas" afirmaba un tercero.
De acuerdo con un informe para Sohu, aunque la mayoría de mujeres eran inicialmente reacias a atender a la ceremonia matutina, casi todas han terminado por ceder a las exigencias de su jefe. Solo dos de las empleadas se negaron por completo a besar a su jefe y decidieron dejar el trabajo.
El jefe afirma que esta práctica ayuda a estrechar lazos entre los empleados y superiores
Mientras tanto, el jefe afirma que esta práctica ayuda a estrechar lazos entre los empleados y superiores, y comentó que muchas de las chicas le echan mucho de menos cuando está fuera, incluso le mandan mensajes en WeChat.
También se justifica explicando que sacó la idea de una visita a una compañía estadounidense, como si Estados Unidos fuese la Meca de los derechos laborales o algo así.
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