Estoy segura que en más de una ocasión hemos escuchado que alguien dice: “Lo que cuesta vale”, y muchas veces, montados en esa popular frase, cabalgamos hacia la nada una y otra vez, desviviéndonos por gustarle a quien no le gustamos, como si en eso nos jugáramos la única posibilidad de querernos a nosotros mismos.
Y no, no siempre lo que cuesta vale. Mucho menos si lo que te cuesta es la autoestima.
El precio de esta conducta compulsiva y destructiva es realmente alto y muy conocido: meses de duelo, pérdidas económicas, afectivas y amor propio adherido al suelo; sin embargo, insistimos en los mismos patrones. ¿La solución? Darnos la oportunidad de cambiarlos y ver lo que resulta.
Quizá sea mucho más placentera la experiencia de mandar un mensaje a alguien que no sólo te contesta esa semana, sino que además te hace saber que le encanta leerte cada vez que le envías un mensaje; una persona con la que exista una relación de bilateralidad, que tenga gestos y acciones que demuestren que realmente le gustamos y nos aprecia (nos considera un ser preciado).
Es menos complejo de lo que parece, pues en el mundo hay millones de personas afines a nosotros. La idea es conectarnos con ellas, que son quienes aportarán a nuestra vida algún tipo de valor agregado.
Si te interesa probar otra forma de relacionarte, en esta ocasión te proponemos interiorizar como mantras estas cinco razones para no insistir con alguien que no muestra interés por ti:
Concederás poder sobre ti
Le estás dando al otro el poder de saber que, incluso cuando no te brinde absolutamente nada, estás tan desesperado que te quedarás a esperar.
Perderás la oportunidad de vivir cosas mágicas
Incluso si el otro tiene cierto interés en ti, el hecho de tenerte 24 horas disponible como una tienda, no le resultará para nada atractivo, siendo eso el menor de tus problemas. Perderás tiempo y oportunidades para disfrutar de momentos maravillosos en otro sitios y con personas que te quieren, ya sea amigos, familia o algún pretendiente que está ahí rondando.
Podrías perderte en el proceso
Cuando inviertes tanto tiempo obsesionándote por alguien, dejas de prestarte atención, lo cual es preocupante, ya que estás basando tu valor y expectativas personales en alguien más que, por cierto, no te valora. Ocúpate de ti, entrena, haz cosas que te gusten, mírate al espejo y siéntete una persona maravillosa, notarás cómo cambia tu mirada sobre las situaciones y dejarás de insistirle a alguien a quien no le gustas lo suficiente.
Las personas se alejarán de ti
Cuanto mayor es tu acoso, más se aleja la gente y menos se interesa en ti, por el contrario, si te quieres y valoras, lo notarán y se acercarán. No hay otra cosa que las personas aprecien y valoren más que la autenticidad y a alguien que no necesita el reconocimiento de terceras personas para encontrar su esencia. Si persistes en actitudes obsesivas, menos probabilidades tendrás de conquistar a alguien y más lejos estarás de desenterrar tu autoestima cuando decidas hacerlo.
No aprovecharás tu potencial
¿Te gustan los desafíos? ¿Eres capaz de ganar lo que te propones? entonces demuéstralo. Observa qué pasa cuando te haces humo y pierdes tu autenticidad tratando de gustarle a alguien que no está interesando realmente en ti, y qué sucede cuando te haces respetar y valer, respetándote a ti mismo en principio, quizá te lleves una sorpresa, o varias. Estamos seguros que tienes gran potencial para lograr cosas increíbles, pero estás enfocando esa energía en algo que no tiene sentido. Replantea tus prioridades, regresa a tu centro.
En muchas ocasiones es difícil hacer consciencia sobre lo que está mal en nuestro interior, lo cual se muestra en muchas de nuestras acciones, patrones de comportamiento y en la manera en la que nos relacionamos con los demás, pero cuando lo has hecho consciente, sólo es cuestión de tener las ganas de lograrlo. Hay muchas personas que te amarán por quien eres, recuérdalo.
Fuente: culturacolectiva
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