Siguenos:

» » » » Entérate como es que funcionan los medicamentos contra el dolor

Alberto 14 dic 2014 0 No hay comentarios

Te duele la cabeza y tomas una pastilla y, cuando te lesionas la mano, el médico te receta el mismo medicamento. Si bien existe una gran variedad de remedios para el dolor, varios son recetados para padecimientos diferentes.



Entonces, ¿cómo la pastilla sabe que debe trabajar sobre tu dolor de mano y no en la cabeza que no te está molestando? Hoy, vamos a contarte cómo funcionan los medicamentos para el dolor.

El dolor no necesariamente malo, al revés, es una forma del cuerpo de decirnos que algo está mal. Por ejemplo, al quemarnos al tocar algo caliente, los receptores de dolor en la zona generan una sensación de dolor para que retiremos la mano.

Estos nervios especiales se denominan Nociceptores, los que al captar una señal peligrosa, convierten ese estimulo en una señal eléctrica al cerebro comunicando la situación. Mientras mayor fue el daño, la señal es más potente.

Nuestro cerebro y médula espinal, recibe la señal y libera los químicos responsables de la sensación del dolor. El cuerpo, también tiene sus propios analgésicos, entre ellos la dopamina.



Actualmente existen varias familias de medicamentos para el dolor: Analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos, opioides y anestésicos.

Dependiendo del tipo dolor, lugar, problema asociado e intensidad, los médicos recetan el que más efecto pueda tener sobre el paciente. Una vez que tomamos la pastilla o inyección, estos comienzan a trabajar.

Una definición simple de la acción de los medicamentos más clásicos para el dolor, es que se mueven por la sangre buscando señales de dolor y interceptándolas o destruyéndolas antes que lleguen a los nervios.

Cada familia de medicamentos tiene su propia forma de acción:

Los antiinflamatorios no esteroideos, como por ejemplo el ibuprofeno, ketoprofeno y diclofenato sódico, actúan por sobre la inflamación y, al disminuirla, baja o se elimina la sensación de dolor.

Por al lado de los analgésicos, como el paracetamol, su labor es la de detener las señales de dolor enviados por los terminales nerviosos. No terminan con el problema, pero si quitan la sensación desagradable del dolor.

Los opioides, están pensados para dolores muy fuertes o el manejo de dolor crónicos. Estos, copian la acción de los neurotransmisores y, sabotean que estos puedan llegar a los receptores y provocar la sensación de dolor.

Entre los opioides, ya sean naturales o sintéticos, podemos encontrar a la morfina, codeína, metadona y oxicodona, entre otros más. El gran riesgo de los opioides, es que generen adicción.



Finalmente, los anestésicos son los que usan en casos de operaciones, ya sea mezclados con otros medicamentos para generar una inconciencia temporal en la que no se siente dolor o, adormecer totalmente una sección del cuerpo.

Antes de tomar cualquier medicamento para el dolor, consulta acerca de cuál es el más adecuado.

Si sientes dolor crónico, hay especialistas en el área y, en el caso de otros dolores, no hay que medicarse en extremo, ya que eso podría hacer que nuestro cuerpo se acostumbre y el dolor vuelva con más fuerza.

«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Anterior
Entrada antigua

No hay comentarios:

Dejanos tu opinion