Científicos de Reino Unido crearon un compuesto químico que, añadiéndolo a la comida, puede hacer que la gente se sienta satisfecha.
Las primeras pruebas demostraron que la sustancia en cuestión puede ayudar a comer menos y frenar el aumento de peso.
Para desarrollar el ingrediente de la saciedad los científicos se basaron en el potencial del propionato, un aditivo que nos hace sentir llenos de forma natural cuando la fibra es metabolizada en el intestino.
Y según publicaron en Gut, la revista de la Sociedad Británica de la Gastroenterología, ésta debe ser ingerida con regularidad para que surta efecto.
De momento, el compuesto es un polvo soluble de un sabor poco agradable, pero el equipo del Imperial College de Londres y la Universidad de Glasgow, Escocia, que trabaja en el proyecto está tratando de incorporarlo al pan y a los batidos de frutas.
Directo al colon
La parte más complicada de la investigación fue encontrar la manera de hacer llegar el propionato hasta el colon, donde se liberan las hormonas que controlan el apetito.
Añadir este aditivo directamente a los alimentos no funcionaría, ya que sería absorbido demasiado rápido en el intestino.
Así que el equipo encontró una manera de adherirlo a un carbohidrato natural que se encuentra en las plantas, llamado inulina.
Gracias a esto, el propionato puede dirigirse de manera segura a través del sistema digestivo antes de ser liberado de la inulina por las bacterias en el colon.
Las primeras pruebas se hicieron con 20 voluntarios.
A algunos de estos les suministraron inulina y a otros ese carbohidrato enriquecido con el nuevo ingrediente, al que han nombrado IPE, y a todos ellos se les permitió comer todo lo que quisieran de un bufé.
Aquellos que tomaron IPE ingerieron un 14% menos de comida.
Control del peso
En la segunda parte del estudio, se les dio a 49 voluntarios con sobrepeso IPE o inulina en polvo y se les pidió que añadieran a diario 10 gramos, una cucharada, de la substancia que les habían adjudicado a sus comidas a diario.
Después de 24 semanas, seis de los 24 voluntarios que habían tomado inulina aumentaron su peso en un 3% y solo uno de los que había consumido IPE engordó.
"Sabemos que los adultos ganan entre 0,3 y 0,8 kilos al año en promedio, así que hay una necesidad real de que se desarrollen nuevas estrategias que puedan prevenir esto", señala a la BBC el líder del estudio, el profesor Gary Frost, del Imperial College de Londres.
"Las moléculas como el propionato estimulan la liberación de hormonas intestinales que controlan el apetito, pero hay que comer grandes cantidades de fibra para lograr un verdadero efecto", añade.
Por su parte, el doctor Douglas Morrison, del Centro de Investigación Medioambiental de las Universidades Escocesas, explica que los experimentos realizados han demostrado que el propionato puede desempeñar un papel importante en el control del peso.
En esa línea, el profesor David Haslam, presidente del Foro Nacional de la Obesidad de Reino Unido se muestra optimista con el descubrimiento:
"Si han conseguido esto sin afectar al sentido del gusto o a los intestinos, bienvenida sea la nueva sustancia", afirma.
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