Oro de piratas, antiguas joyas y tesoros arqueológicos… a todo el mundo le gustaría encontrar un cofre rebosante de monedas o un galeón hundido. Por increíble que parezca eso no es totalmente imposible, pues todavía hay botines escondidos.
1. El tesoro de la Noche Triste
A finales de junio de 1520 los aztecas finalmente se hartaron de Hernán Cortés y de otros conquistadores españoles y después de la Noche Triste arrojaron una enorme cantidad de tesoros a las aguas de los alrededor de su capital, la ciudad de Tenochtitlan. Ahora en este lugar se ubica Ciudad de México, construida en la parte superior de una cuenca seca.
2. El tesoro de Lima
En 1820, al capitán inglés William Thompson se le asignó la misión de tomar un tesoro de Lima, Perú, y llevarlo intacto a México. Se cree que Thompson lo escondió en algún lugar en las islas Coco, a 560 kilómetros de Costa Rica.
Muchos han buscado los cofres de Thompson, incluso el expresidente de Estados Unidos Franklin Roosevelt, que se sacó en 1910 una foto con sus amigos que atestigua su intento. La colección de monedas de oro, estatuas, joyas, piedras preciosas, coronas y barras de oro y plata vale hoy en día 269 millones de dólares, informa Mashable.
3. Reliquias familiares de Virginia
En 1863 el coronel John Singleton Mosby, del Ejército de los Estados Confederados de América, saqueó los cuarteles del general Edwin Stoughton, donde encontró una gran cantidad de reliquias de las familias de Virginia. Para que el tesoro no cayera en manos de las tropas enemigas, Mosby lo entregó al sargento en el que más confiaba para que lo enterrara. Y este se esmeró en su tarea, pues el tesoro todavía no ha sido encontrado.
4. Cargamento perdido del Nuestra Señora de Atocha
El 6 de septiembre de 1622, el Nuestra Señora de Atocha, un barco español que transportaba tesoros de América, fue sorprendido por un huracán cuando navegaba cerca de los Cayos de la Florida en el camino de regreso a España y se hundió. Una parte del tesoro fue encontrada el 20 de julio de 1985 por el estadounidense Mel Fisher, pero 17 toneladas de barras de plata, 128.000 monedas, 27 kilos de esmeraldas y cerca de 35 cajas de oro de iglesias siguen desaparecidos.
5. Tesoro del fondo del lago Guatavita
Normalmente, cuando el oro acaba bajo el agua es porque ha ocurrido un accidente. Pero una antigua tribu de indígenas de la actual Colombia tenía la costumbre de lanzar oro al lago Guatavita como ofrenda al dios del agua.
6. Tesoros europeos robados por los nazis
Se supone que los nazis, tras saquear las casas de los pueblos conquistados, lanzaron una gran cantidad de obras de arte y joyas al lago Toplitz, en Austria.
7. Oro del Ejército de los Estados Confederados
Los Estados Confederados llegaron a su fin en 1865. Tras liquidar diferentes bancos, una parte de su oro fue enterrada en algún lugar cerca de Washington, Georgia. Tiene un valor de 140.000 dólares.
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