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Alberto 9 jun 2014 0 No hay comentarios

¿Por qué los accidentes pasan en "cámara lenta"?

Se debe a que nuestras estimaciones del paso del tiempo dependen en cuánto recordamos, y a que más recuerdos queden grabados durante una emergencia. varios experimentos han estudiado este fenómeno. En uno de ellos, varios voluntarios se dejaron caer sobre una red desde una altura de 50 metros, experimentando un aterrador descenso de tres segundos.

Los participantes dijeron haber sentido que se movían en "cámara lenta" y calcularon que la caída había tomado entre cuatro y seis segundos, en vez de sólo tres.

Para averiguar si realmente estaban experimentando los eventos más despacio les dieron unos relojes de pulsera que mostraban números en forma aleatoria que cambiaban demasiado rápido como para verlos fácilmente.

Durante la caída tampoco fueron capaces de verlos -algo que habría ocurrido si de verdad el tiempo corriera más despacio-, así que no, el tiempo realmente no se ralentiza.

Simplemente les parecía que había pasado más lento, probablemente porque el cuerpo amigdalino -la parte del cerebro relacionada con el temor- está muy activa y afecta la manera en que se graban los recuerdos.

¿Por qué vemos caras en las nubes?

Vemos caras en las nubes, en los dibujos, en el pan tostado o hasta incluso en una mancha. Nuestro cerebro tiene la capacidad de percibir rostros donde en realidad no los hay. Estas percepciones se denominan pareidolias y son muy comunes.

Esta tendencia a detectar rostros en lo que simplemente es un estímulo visual ambiguo y aleatorio sin una forma concreta, como una nube, podría tener un alto valor adaptativo. Las caras tienen un gran valor en nuestra vida social, es más ventajoso verlas casi por todas partes, que dejar de percibirlas. Algo que ocurre en un raro trastorno denominado prosopagnosia.

Este es un tipo de "cegura" específica para reconocer los rostros que incapacita a las personas para formar la imagen de una cara, aunque puede percibir sus componentes individuales: ojos, boca o nariz.
Un artículo publicado en la revista Cortex analizó este tema y descubrió para que el que podamos percibir rostros se debe a que hay una zona concreta del cerebro encargada de esta tarea: el área fusiforme facial (AFF).

Esta área está situada en el hemisferio derecho y es fundamental en el procesamiento exclusivo de los rostros, pero no de otros objetos o formas.

¿Por qué podemos ver a través del cristal?

Puede sonar a una respuesta breve, porque es trasparente, sin emabrgo hay toda una ciencia detrás de esta transparencia. Debido a sus propiedades cuánticas. Sin embargo, parte de la respuesta está indirectamente vinculada a la estructura atómica del cristal. En los cuerpos opacos, las partículas de luz -fotones- interactúan con los electrones de los átomos y son absorbidos. En los materiales que dejan pasar la luz, los átomos permiten que casi todos los fotones pasen a través. ¿Cómo funciona esto? En el caso del vidrio, una explicación frecuente sostiene que el vidrio es un material amorfo, es decir, con una estructura atómica desordenada.

Este trastorno crea brechas y caminos a través de la cual la luz puede pasar fácilmente. "Sin embargo, el fin atómico no tiene nada que ver con esto, ya que también los materiales son extremadamente transparentes como los diamantes", explicó Libero Zuppiroli, profesor en el Laboratorio EPFL de Optoelectrónica de Materiales Moleculares. Otro enfoque se basa en las propiedades aislantes de vidrio a base de dióxido de silicio, el vidrio es un excelente aislante eléctrico. La teoría aquí es que la luz no puede mover los electrones dentro del vidrio, y por lo tanto es capaz de pasar a través sin interacción.

De acuerdo a lo que los físicos llaman teoría de bandas, los materiales tienen diferentes niveles de energía, algunos de los que excluyen totalmente electrones.

Estos llamados "lagunas" varían de un material a la siguiente. En vidrio, estas "lagunas" entre dos niveles de energía son particularmente grandes. Así, un fotón de luz visible que llega a un electrón en el vidrio no se lo proporciona la energía suficiente para saltar de una banda de energía a otro.

En consecuencia, los fotones no absorben y pierden su energía, y la luz visible viaja a través del vidrio sin trabas. Estas propiedades cuánticas de vidrio explican no sólo la transparencia del material, sino también su poder de refracción.

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