El número de ataques terroristas en todo el mundo ha aumentado en más del 150% desde 2009. Hoy en día gran parte de estos ataques se perpetran en Irak y en Siria, que vive una prolongada crisis armada.
La llamada Primavera Árabe surgida en diciembre de 2010 dio inicio a una ola de violencia que se propagó por Oriente Medio. Es aquí donde se registra un considerable aumento de terroristas e insurgentes que han arraigado en el terreno en los últimos cinco años.
"En 2009 en el mundo se registraron 7.217 ataques terroristas. En 2013 ese número aumentó en más del 150% y llega a 18.524 ataques", según Matthew Henman, gerente de la organización Jane’s Terrorism and Insurgency Centre (JTIC), que llevó a cabo un estudio al respecto.
La mayor tasa de violencia el año pasado se registró en Oriente Medio, mientras los principales "focos de violencia" con bajas tanto entre los militantes como entre la población civil se ubican en África y Asia meridional, subraya el estudio. En 2012 en esta región murieron tras ataques terroristas 13.872 militantes y 10.562 civiles, de acuerdo con los datos de fuentes públicas. El año pasado estas tasas casi se duplicaron, situándose en 17.554 militantes y 21.490 civiles muertos.
Por otra parte, en Túnez y Egipto a día de hoy la situación está lejos de ser tranquila, indican los expertos. "Los ataques en Túnez crecieron de 21 en 2012 a 72 en 2013. En Egipto, el número de ataques registrados pasó de 63 en 2012 a 431 en 2013".
En Libia que vivió una guerra civil en 2011, hubo 237 ataques registrados en 2013, frente a 81 en 2012. En Siria, donde los rebeldes extremistas han tratado los últimos tres años de derrocar al Gobierno de Assad, entre 2012 y 2013 aumentaron en dos veces los ataques terroristas.
Irak, que durante casi nueve años fue ocupada por las fuerzas lideradas por EE.UU., también sigue siendo muy insegura. Este país árabe experimenta constantes ataques suicidas. "Un indicador clave del nivel de intensificación de la violencia en Irak fue que el número de ataques suicidas en el país se cuadruplicó de 2012 a 2013. La tasa de estos ataques en 2013 es casi el triple en comparación con la tasa registrada en la vecina Siria y es casi el doble de la registrada en Afganistán", indica el informe.
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