Dormir:
El cerebro necesita descansar para rendir. Cuando dormimos, el cerebro no se apaga, pero se encarga de ordenar lo que ha sucedido durante el día. Por lo que, si no dormimos entre 6 y 8 horas, podemos tener problemas con las funciones cerebrales.
Ejercitar el cerebro:
Al igual que el cuerpo necesitar ejercitarse para funcionar correctamente, el cerebro también. Algunas formas de ejercitarlo son haciendo puzles, sudokus y juegos basados en la relación de palabras o números.
Ingerir bacterias:
Aunque parezca raro, algunos tipos de bacterias reducen la ansiedad y aumentan la capacidad de aprendizaje ya que incrementan el crecimiento de las neuronas y la serotonina.
Meditación:
La meditación conlleva estar en un ambiente calmado y en un estado mental tranquilo. Esta tranquilidad es necesaria para relajarse, lo cual aporta grandes beneficios para mejorar la memoria, la capacidad de atención, e incluso puede aumentar la corteza cerebral.
Cuidar tu cuerpo:
Es necesario hacer deporte, no sólo para mantener la línea, sino para mantener la mente y aumentar la inteligencia. Una mejor circulación sanguínea permite que llegue más oxígeno y glucosa al cerebro, para lo que es fundamental, además de ejercitar el cuerpo, una alimentación variada.
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