Conrad Murray, el médico acusado de haber llevado a la muerte al cantante Michael Jackson, confesó que tenía muy buena relación con el fallecido cantante. “Yo no maté a Michael Jackson. Él era un adicto a las drogas”, dijo Murray al sitio del periódico Daily Mail.
El doctor, quien fue liberado hace tres semanas después de haber cumplido dos años en prisión, asegura que tenía una relación bastante cercana con Michael.
“¿Quieres saber qué tan cercanos éramos? Yo le sostenía su pene todas las noches para ponerle un catéter porque era incontinente en las noches”, afirmó el doctor.
Y agregó, “Michael no sabía como ponerse un preservativo, así que yo tenía que ponérselo”.
Murray aseguró también que antes de morir, Michael estaba perdido y muy atormentando, y que el lo único que hizo fue tratar de protegerlo.
“Estaba en una crisis al final de su vida, lleno de pánico y miseria. Al final Michael Jackson era un hombre roto. Traté de protegerlo pero al final me fui abajo junto con él”.
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