En mayo pasado ocurrió un inusual evento que dio origen a este documental. El papa Francisco tuvo un encuentro con enfermos durante una misa en la plaza San Pedro, en Roma, que muchos medios describieron como un exorcismo.
El supuesto exorcizado era un mexicano, de quien se dijo estaba
atormentado por varios demonios. El principal exorcista del Vaticano, el
padre Gabriel Amorth, salió de inmediato a confirmar el hecho. Pero el
portavoz de la Santa Sede lo negó poco después.
Dejando a un lado la veracidad o no del
incidente, lo cierto es que la curiosidad ya se había despertado en mí.
Mientras más leía más descubría que lo que erróneamente asumí era una
práctica ancestral en desuso y limitada al cine, se sigue utilizando. Y
además se usa para combatir a la narcoviolencia que está desangrando
México.
Esto cuenta el reportero de BBC Mundo, Vladimir Hernández: "Equivocadamente pensé que el acceso a exorcistas y exorcismos sería vetado. Pero los sacerdotes que me recibieron eran muy serios en torno su trabajo de luchar contra el demonio. Como me dijo el padre Ernesto Caro en Monterrey:
incluso dentro de la Iglesia hay quienes dudan que el diablo existe,
pero es algo muy real. Eso no quita que esta investigación haya sido inusual".
Cara a cara con el "diablo"
Durante un exorcismo masivo el padre Caro dejó a tres supuestos posesos retorciéndose en el piso porque le habían avisado que la cena estaba servida y se enfriaba.
Cara a cara con el "diablo"
Durante un exorcismo masivo el padre Caro dejó a tres supuestos posesos retorciéndose en el piso porque le habían avisado que la cena estaba servida y se enfriaba.
"Nos vemos la semana que viene", les dijo.
Más raro aún fue lo que sucedió a continuación.
Una de las "poseídas" se unió a la cena, a la que habíamos sido invitados.
Y mientras devorabamos unas suculentas empanadas, el sacerdote y el "demonio" dentro de la mujer hablaban y discutían a la vez.
En ese momento nos levantamos de la mesa, pero
"el diablo" quiso saber nuestros nombres antes de irnos... No se los
dimos y nos despedimos torpemente.
El exorcismo, me queda la impresión, es algo muy serio para algunos y no tanto para otros en México.
El único punto de encuentro entre ambas visiones
es que sería algo ampliamente aceptable si efectivamente logra ayudar a
la pacificación del país. Algo que católicos y no católicos desean
enormemente.
Con información de BBC Mundo
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