El mundo parece no tener límites para los deportes extremos. En esta ocasión, los wakeskaters profesionales Brian Gubb, de Estados Unidos, y Dominik Preismer, de Alemania, viajaron a las Filipinas para vivir una experiencia única de la mano de Red Bull en las terrazas de arroz Banaue, la octava maravilla del mundo.
El wakeskate es un deporte acuático resultante de la adaptación del wakeboard, que fusiona el ski acuático, el snowboarding y el surf. El wakeskate, a diferencia del wakeboard, no está traccionado por una lancha y el deportista no está sujeto a nada, por lo que resulta un deporte más desafiante y entretenido.
La zona de acción abarcó cuatro enormes piletas con una longitud total de ochenta metros y, para mantener el aspecto natural del paisaje, la producción del evento se mantuvo lo más simple posible: los únicos elementos hechos por el hombre consistieron en una tabla de madera que cumplía la función de deslizador y la instalación de un cabrestante.
Este acontecimiento representó un gran desafío para los deportistas, quienes se dejaron atrapar por estas increíbles terrazas de arroz, cuya antigüedad es de dos mil años y representan un icono nacional para el pueblo filipino. “Desde que vi por primera vez el dibujo de estas enormes terrazas en un billete de mil pesos, la idea de realizar una sesión allí no dejaba de darme vueltas en la mente. Parecía un lugar perfecto “,comentó Brian Grubb, quien agregó: “Todo el proyecto fue una verdadera aventura para nosotros y el equipo. Aún no puedo creer que estuvimos practicando wakeskate este lugar tan fascinante”.
Una de las principales premisas para este evento fue el respeto por el medio ambiente, un detalle presente desde el momento en que surgió el proyecto. Por ello, el equipo se aseguró de que tanto la vegetación como la vida salvaje no se vieran afectadas, dañadas o molestadas en ningún momento. Además, se establecieron acuerdos sobre los detalles con los lugareños y se tomaron en cuenta sus tradiciones y cultura.
Fuente: Discovery.com
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