Nadie sabe si algunos animales son reales o simplemente un mito, una leyenda popular. Los científicos los denominan 'críptidos', o animales ocultos. Forman parte del contenido mediático, pero siempre permanecen fuera de la consideración científica.
Los motivos de esta falta de consideración varían y van desde que habitan en las profundidades acuáticas inaccesibles a que son tímidos y esquivos, pasando porque pertenecen al folklore popular o que simplemente son el resultado de una broma.
El portal 'Experiensense' estudió las posibles razones científicas que explican la existencia de estos animales mitológicos.
El yeti
Se cree que desde hace siglos el yeti vive en la cordillera del Himalaya. De hecho, algunos habitantes de esa región y alpinistas afirman habérselo encontrado cara a cara.
Pero según la investigación de Bryan Sykes, un genetista de la Universidad de Oxford, en realidad podría ser un descendiente de una especie de osos que habitó el norte de Europa hace 40.000 años.
El científico estudió los restos de dos supuestos yetis: dos animales encontrados en Ladkah y Bután, dos regiones del Himalaya, a una distancia de 1.400 kilómetros entre sí. Sus genomas coincidían al 100% con los restos de un úrsido encontrado en Noruega y que vivió en aquella zona hace 40.000 años, cuando los osos polares empezaron a crear una nueva especie a partir de los osos pardos.
El monstruo del Lago Ness
Se cree que es un descendiente de los extintos plesiosaurios, criaturas acuáticas prehistóricas, que por algún motivo fue visto en un lago escocés.
En realidad podría ser una fabulosa atracción turística surgida a partir de una broma. Según contó poco antes de su muerte el cirujano militar Robert Wilsson, en 1933 recortó una silueta y la montó en el telescopio de un submarino de juguete.
La famosa foto ha servido desde aquel año como reclamo para atraer a millones de visitantes al lago, que otean ávidos la superficie en busca de una nueva aparición.
El chupacabras
La leyenda de esta misteriosa bestia, que se cree que les chupa la sangre a los animales de granja, surgió hace más de medio siglo en Puerto Rico y con el paso de tiempo ha cobrado fuerza y popularidad entre los habitantes de EE.UU., Europa y Rusia.
Dicen que es una criatura de piel escamosa, ojos grandes y cabeza ovalada, no mayor de un metro, y con una desmedida afición por atacar al ganado.
Pero en realidad podría ser, según varios biólogos, un coyote infectado por un parásito, lo que explicaría su poco pelo y su afición por el ganado, más fácil de cazar que los animales salvajes.
Popobawa
Se cree que es una especie de cíclope bípedo y con alas, que tiene la fea costumbre de asaltar a los hombres de Zanzíbar mientras duermen y sodomizarlos.
En realidad podría tratarse simplemente de un mal sueño. Concretamente, uno de un tipo denominado 'alucinación hiponogógica', en la que el durmiente siente estar paralizado y ser incapaz de defenderse del ataque de esa criatura imaginaria.
Si esta explicación es cierta, el popobawa estaría emparentado con los asaltos de íncubos y súcubos (espíritus tentadores sexuales) que atormentaban a los habitantes de la Europa medieval.
Big Foot
Se supone que es un enorme homínido de más de dos metros de altura, que habita en los bosques de Estados Unidos.
Algunos investigadores sugieren que es un superviviente de la extinta especie del Gigantophitecus, un enorme primate de hasta tres metros de altura y 500 kilogramos de peso (el triple que un gorila) que existió hace entre 300.000 y un millón de años en los actuales territorios de China, India y Vietnam.
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