La celebración del Halloween comenzó hace siglos como una fiesta pagana para honrar a los muertos. Actualmente se ha transformado en un día por romper las reglas y hacer uso de peculiares disfraces.
Esta tradición tiene raíces muy antiguas donde, en la Edad Media, la gente iba de puerta en puerta y pidiendo golosinas.
Durante la depresión, las fiestas de Halloween llegaron a ser tan violentas y destructivas, que las autoridades civiles tuvieron que intervenir para poder prevenir el vandalismo difundido en las ciudades a lo largo de los Estados Unidos. En la actualidad, este ritual genera 2 billones de dólares en ventas de dulces cada temporada.
Pero no importa cuántas calabazas tallemos o cuántos niños salgan a pedir golosinas, aún nos gusta tener miedo en la noche del 31 de octubre.
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