El robo de la galleta dorada gigante que ondeaba sobre la empresa familiar Bahlsen de Hannover, en Alemania, terminó.
Después de desaparecer hace 6 meses, los 20 kilos de dulce fueron devueltos a su lugar.
La empresa organizó ayer un acto para restaurarla y tratar de poner fin al episodio, pese a que el misterioso caso no está resuelto, pues no se sabe quién fue el autor material.
"El Monstruo de las Galletas nos robó algo y nosotros lo recibimos de vuelta. Estamos muy contentos de que vuelva a colgarse el original. El asunto está, para nosotros, cerrado", dijo el presidente de la empresa, Werner Bahlsen. Los dueños instalaron un sensor de movimiento junto a la estructura.
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