Con un clima típico del verano londinense comenzó la 127° edición del torneo de Wimbledon, uno de los campeonatos más antiguos y particulares del tenis internacional. Este año el mismo contará con la presencia de las figuras más importantes en la actualidad: Novak Djokovic, Andy Murray, Roger Federer y Rafael Nadal, que no formaban parte de un mismo Gran Slam desde Wimbledon 2012. Serena Williams, quien defenderá el título, Maria Sharapova y Victoria Azarenka serán las que animen la competición femenina.
Tan curioso es este torneo británico que la primera ronda ya dejó su marca récord: el español Nadal, reciente ganador de Roland Garros y número cinco en el ranking de la ATP, ya quedó en el camino -por primera vez en el debut de un Gran Slam- tras perder frente al belga Steve Darcis, que se encuentra en el puesto 135 y que tan sólo había conseguido una victoria en el mismo torneo disputado en 2009. El serbio Djokovic, ganador en 2011, fue favorecido por el sorteo: únicamente podrá encontrarse con Federer o Murray en una hipotética final. De todas maneras, el número uno del mundo debe defender más de la mitad de los puntos que acumula en la actualidad.
Los récords
El suizo, último ganador del certamen, podrá convertirse en el jugador con más títulos conquistados en Wimbledon. Hoy comparte, con siete coronas cada uno, el primer lugar con el inglés William Renshaw y el estadounidense Pete Sampras. Por su parte, Murray tendrá la responsabilidad de terminar con la mala racha de los británicos, que llevan 76 años sin ganar una sola competencia dentro de su propio suelo. Fred Perry había sido el último, en 1936.
No obstante, es el estadounidense Jimmy Connors el que detenta el récord de victorias, con 84. Y el sueco Björn Borg es el único que logró el título sin perder ningún set, en 1976. A su vez, es el que ostenta, con cinco trofeos, la mayor seguidilla de éxitos en forma consecutiva, junto a Federer.
La norteamericana Martina Navratilova es la más ganadora entre las mujeres, con nueve coronas, seguida por la alemana Steffi Graf, con siete. Las hermanas estadounidenses Venus y Serena Williams cuentan con cinco, al igual que su compatriota Billie Jean King. Fue Virgina Wade la última británica en obtener el título en 1977. Los estadounidenses son los que poseen mayor cantidad de títulos: 15 masculinos y 27 femeninos.
Durante la historia de Wimbledon, fueron 16 los protagonistas que perdieron seis-cero, seis-cero, seis-cero y 125 las mujeres que no lograron puntear. María de Amorin, en 1957, batió un récord negativo realizando 17 dobles faltas consecutivas al comenzar su partido, lo que superó a la inglesa Louise Anderson con su marca de 11 en 1946. El año pasado fue la ruso-kazaja Yaroslava Shvedova quien ganó todos los puntos de un set, cuando derrotó a la italiana Sara Errani. Fue la primera y única vez que una jugadora se llevaba los 24 puntos.
En 2010 se disputó en tres días –por falta de luz en los dos primeros- el partido más largo de la historia en el que participaron el estadounidense John Isner y el francés Nicolas Mahut. El norteamericano se quedó con el juego de primera ronda que duró más de 11 horas de tiempo neto.
Tradiciones y curiosidades
La vestimenta de los deportistas y sus normas son un ejemplo latente de la tradición de Wimbledon. Aunque desde 1995 -cuando se modificó el reglamento establecido en 1963- algunos tenistas pudieron imponer algunos pequeños vivos, la indumentaria debe ser siempre de color blanco, incluyendo zapatos, vinchas y sombreros. Aquel que esté en desacuerdo, no podrá formar parte del torneo disputado en el All England Lawn Tennis & Croquet Club, que cuenta con alrededor de 500 socios. Para demostrar el atavismo y hermetismo que lo caracterizan, los propios directivos del club afirman que ganar el torneo es la forma más sencilla de asociarse.
En los últimos 90 años, sólo siete competencias no fueron interrumpidas por cuestiones climáticas. Aunque sea verano, el clima es siempre el mismo: mucha lluvia y poco sol. Pero lo que deja esta parte del año en Inglaterra –entre otras cosas- son las frutillas (o fresas) que se comen principalmente durante las dos semanas que dura el torneo. El cálculo es que se venden cerca de 28 mil kilos, entre las que se consumen en la competencia y las vendidas en la puerta de la Catedral.
Existen dos maneras de obtener una entrada para el evento. La primera es a través de un formulario que se envía por mail, con el que se forma parte de un sorteo. Por supuesto que no se elige ni el partido ni la ubicación, por lo tanto tampoco el precio. Otra posibilidad es hacer una fila de unas 30 horas en la que -por lo general- participan, en promedio, mil personas. El pago se realiza en efectivo para no entorpecer el trámite. El espacio denominado Aorangi Terrace es un sector del club en donde el público que se quedó sin entrada puede presenciar los partidos a través de una pantalla gigante.
Como Wimbledon es el único Grand Slam que se juega sobre césped, su cuidado es también un símbolo de la tradición. Para disputar los partidos, se utilizan nada menos que 19 canchas sembradas con una hierba especial llamada ballica inglesa o Lolium perenne. La misma, cortada a ocho milímetros, permite mantener la pista durante más tiempo, aportando la velocidad necesaria para el juego.
Los hombres y mujeres que compiten en Wimbledon tienen tratos diferentes por parte de los jueces. La tradición indica que durante el juego las jugadoras deben ser mencionadas según su estado civil (Miss o Mrs), no así los jugadores.
El torneo de Londres también es el único Gran Slam que tiene un día de descanso: el primer domingo, llamado Middle Sunday. Si bien durante el “domingo del medio” no se realizan partidos, en 1991, 1997 y 2004 se tuvieron que recuperar encuentros por las lluvias caídas durante la primera semana de competencia.
¿Será el torneo de 2013 el que cuente con la mayor cantidad de récords? Empezó con la derrota de Nadal, lo que puede transformarse en una señal, un indicio de que algunas tradiciones pueden romperse.
Fuente: Discovery.
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