La creatividad, entendida como la capacidad de generar nuevas ideas y conceptos para llegar a un fin determinado, es percibida socialmente como un talento exclusivo de algunas personas que a todos les gustaría tener. Es por ello que muchas investigaciones se han dedicado a estudiar cómo los sujetos pueden llegar a desarrollar esta capacidad, ofreciendo de las más variadas recomendaciones y técnicas para lograrlo.
Sin embargo, hasta el momento no se habían detenido a estudiar cuáles son los rasgos que definen a las personas creativas. Con el propósito de llenar este vacío, el profesor L. Øyvind Martinsen, de la Escuela de Negocios de Noruega (BI), desarrolló un estudio para definir el perfil de este tipo de personalidades.
Para obtener los resultados, Martinsen y su equipo de investigación analizaron los rasgos de creatividad de 481 participantes, de los cuales 69 eran artistas, 48 estudiantes de marketing y el resto profesores y alumnos de otras áreas.
Como resultado, lograron identificar siete características distintivas de las personas que tienen esta capacidad. Lo llamativo es que no todos los puntos son positivos, dado que si bien estos sujetos suelen tener más habilidades para el ámbito académico o laboral, no ocurre lo mismo en algunos aspectos de su vida social.
A continuación, los siete rasgos de la personalidad creativa que identifica el estudio:
1- Orientación asociativa:
Los sujetos creativos tienen mucha imaginación e inclinación lúdica. Desarrollan una gran cantidad de ideas y tienen un alto nivel de compromiso. Están constantemente viajando de la realidad a la ficción.
2- Necesidad de originalidad:
Suelen resistirse a las reglas y convenciones. Tienen cierta actitud de rebeldía por su necesidad de hacer cosas que otros no hacen.
3- Motivación:
Les gustan los desafíos y hacen frente a situaciones difíciles hasta alcanzar los objetivos.
4- Ambición:
Tienen la necesidad de ser influyentes, atraer la atención del resto y obtener de ellos cierto reconocimiento.
5- Flexibilidad:
Las personas creativas pueden ver los diferentes aspectos de un sólo problema, encontrando soluciones innovadoras.
6- Baja estabilidad emocional:
Con frecuencia experimentan emociones negativas y cambios repentinos en el estado de ánimo. Paradójicamente también suelen sufrir falta de confianza en sí mismos.
7- Baja sociabilidad:
Tienen la tendencia de ser obstinados y encontrar fallas y defectos en las ideas y personalidades de otros sujetos.
Como explica la Escuela de Negocios de Noruega, de todos estos rasgos la orientación asociativa, vinculada al ingenio, y la flexibilidad, relacionada con la capacidad de proyección, son los que más influyen en el desarrollo del pensamiento creativo.
Respecto a los bajos niveles de sociabilidad, Martinsen advierte que los empleadores deberían buscar el equilibrio para que en sus empresas coexista la capacidad cooperativa con la creativa. “Las personas creativas no son siempre igual de prácticas y orientadas a la ejecución, lo que resulta la otra cara de la ‘medalla de la creatividad’”, concluye.
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