Aunque el nombre de Liu Bolin puede no sonar familiar en una primera escucha, una vez que hacemos una pasada por su trabajo nos acordaremos de este artista chino. Bolin continúa siendo el “hombre invisible”, y sigue presentando su trabajo fotográfico y de performance alrededor del mundo. En este caso, llegó el turno de París, donde la Galerie Paris-Beijing presentará una nueva parte de su serie “Hiding in the City” en la cual Bolin se camufla en diferentes partes de la ciudad.
Bolin trabaja disfrazándose a la perfección para igualar al entorno de China y París, con apenas una casi imperceptible disrupción en la imagen, causada por su presencia. Este artista es reconocido por su coqueteo interminable con lo visible y lo invisible, lo que se encuentra debajo de la superficie. Para poder llevar a cabo sus proyectos, una mezcla de fotografía y arte performativo, emplea una serie de técnicas entre las cuales no se incluye la edición a través de Photoshop. Desde la escultura hasta el arte corporal, es capaz de modelar por horas sin moverse para poder alcanzar su obra maestra, una y otra vez.
Nacido en la provincia china de Shandong en 1973, Bolin recibió su título de Artes en su lugar de nacimiento en 1995, y su master en la Academia Central de Artes en Beijing en 2001. Desde ese entonces, su trabajo ha estado presente en museos alrededor del mundo. Gracias a su peculiar técnica, ha recibido el mote dl “hombre invisible”, gracias a su serie, como mencionamos anteriormente, “Hiding in the City”, una serie fotográfica que en realidad comenzó en 2005 como un proyecto de arte performativo.
La historia de la creación de “Hiding in the City” es de hecho muy interesante. Bolin se inspiró para realizar este proyecto después de que el gobierno chino destruyó el trabajo de varios artistas en la zona de Suo Jia Cun, donde oficiaba de colaborador. La respuesta de Bolin fue emocional, mostrando una demostración, una protesta, completamente pacífica. La idea era llamar la atención sobre la falta de protección que tienen los artistas chinos, de parte del mismo gobierno de su país.
A través del uso de su propio cuerpo, Bolin se insertó en diferentes locaciones de Beijing, creando un espacio para el artista chino, preservando su estatus social, y mostrando también la conflictiva relación que muchas veces mantienen con su entorno. Por supuesto, el proyecto de “Hiding in the City” terminó evolucionando.
Con “Hiding in the City”, Bolin también explora y le da especial atención a los variados problemas que han surgido luego del rápido desarrollo económico de China, criticando fuertemente las políticas sociales del país. Tomando como referencia los llamados eslóganes educacionales del gobierno comunista, Bolin se concentra en llamar la atención sobre la falta de efectividad de esta estrategia de comunicación, en la que las personas ya terminan ignorando los mensajes repetitivos. En “Hiding in the City”, las personas son obligadas a problematizar y enfrentarse a estos mensajes, y de esa forma también reconsiderar las circunstancias vitales en las que se mueven.
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