Las mujeres lo tiene claro: no hay dolor sobre la faz de la Tierra que pueda compararse al de un parto.
Sin embargo, muchos hombres ponen en duda esta afirmación y creen que se trata solo una exageración.
Para demostrar que "no es para tanto", dos hombres de Michigan (EE.UU.)acudieron a la consulta de la ginecóloga Julie Masters para sentir en sus propios cuerpos los dolores del parto.
Con sus esposas al lado, al principio eran todo risas. Sin embargo, según avanzó el experimento -realizado, para mayor ironía, el pasado Día de la Madre-, sus caras fueron cambiando, sus cuerpos empezaron a contorsionarse y acabaron viviendo una auténtica tortura.
No te pierdas el video que demuestra que, en efecto, el alumbramiento es algo más que doloroso:
Fuente: 24horas.cl
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