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» » » Webcamming, el nuevo trabajo sexual del que nadie habla

Alberto 29 dic 2016 0 No hay comentarios

El avanzado desarrollo de Internet, junto con la infinidad de posibilidades que esta herramienta nos brinda, ha transformado de manera radical nuestra forma de hacer negocios; y la profesión más antigua del mundo, no dudó en aprovechar los beneficios que éste servicio otorga para lucrar con ellos.

webcamming-trabajo-sexual

En una sociedad donde las salas de chat en línea y los servicios de streaming en vivo abundan, las pocas restricciones que impone la web ante cualquier tipo de negocio hace de este espacio digital un lugar ideal para hacer dinero con actividades que en otras circunstancias serían ilegales.

Actualmente, el “webcamming” se ha convertido en la principal manera de hacer negocio para los sitios de prostitución y pornografía.

Utilizando salas de chat privadas, las personas que aparecen en cámara cobran a través de un sistema en línea por minuto transmitido, mientras intentan hacer que el usuario se quede el mayor tiempo posible mediante la realización de todo tipo de actos sexuales. Desde pláticas “sucias” hasta sexo en vivo.

De acuerdo con la periodista especializada en tecnología y sitios web, Rachel Stuart, tanto los shows privados en línea como los públicos pueden llegar a ser extremadamente interactivos, ya que se dispone del teclado, mensajes de voz, teléfono y dos cámaras para que los clientes puedan comunicarse.


Una de las razones por las cuales esta actividad se volvió tan popular se debió a que es muy bien pagada y segura de realizar a diferencia de la prostitución o la pornografía convencional.

“Es un trabajo que te puede dejar mucho dinero de forma muy fácil, únicamente necesitas tener conexión a Internet, una cámara web y una computadora; inscribirte en un sitio web que ofrezca estos servicios, dar tu número de cuenta y comenzar a transmitir desde donde quieras a los clientes que desees”, comenta Laszlo Czero, un consultor web experto encargado de manejar la página conocida como “Jasmin”.
Sin embargo, no todo es perfecto para los “webcamers”. También existen riesgos como el que los usuarios graben los shows para después venderlos o subirlos a sitios pornográficos, el robo de identidad o los intentos de chantaje por parte de los usuarios.


“Conozco los riesgos y a mí nunca me ha pasado nada malo desde que trabajo como webcamer. De hecho, me da seguridad saber que tengo el poder de controlar mi entorno, lo que hago y con quién lo hago casi en un cien por ciento”, comenta Sonia Varwijk, una chica que dice trabajar como webcamer para financiar sus estudios.
De acuerdo con la periodista Rachel Stuart, en países como Estados Unidos, una mujer puede llegar a ganar hasta 150 dólares por una hora de entretenimiento erótico en vivo.

Autoridades de los diversos países donde esta práctica se ha vuelto una forma de trabajo común como Estados Unidos, Alemania o España comentaron que esta nueva forma de abordar el trabajo sexual de forma legal y mucho más segura ha ayudado a combatir problemas como la prostitución y las enfermedades de transmisión sexual, además de dar poder a las miles de mujeres que decidieron vivir de su cuerpo.

Fuente: ulturacolectiva

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