Corea del Sur se enfrenta a una crisis de suicidio con un gran número de personas se están convirtiendo en personas depresivas debido a las presiones de la vida moderna.
La triste estadística revela que 40 personas se suicidan cada día, se culpa a la sociedad hiper-competitiva del país donde los jóvenes están bajo constante presión para tener éxito mientras que la mediana edad y ancianos se quejan de las cargas financieras cada vez mayores.
Sin embargo, en una extraña respuesta a la creciente epidemia de suicidios en el país, las escuelas estan enseñando a los alumnos como es la "experiencia de la muerte" para crear conciencia en los alumnos con depresión para que aprecien sus vidas mostrándoles que se siente estar muerto.
Los hacen firmar testamentos falsos y los encierran en ataúdes donde se simula un servicio funerario.
Entre los estudiantes son adolescentes que no pueden hacer frente a las presiones de los exámenes en la escuela, los padres que se encuentran inútiles después de que sus hijos han dejado el hogar, y los ancianos aterrorizados de ser una carga financiera para sus familias jóvenes.
Corea del Sur se ha disparado de ser uno de los países más pobres del mundo a la mayor potencia económica mundial, la número 12 en tan sólo unas décadas.
Pero este auge financiero ha llegado a un costo. El rápido cambio ideológico del colectivismo al individualismo, la desintegración de la unidad familiar tradicional y dejando a muchas personas sentirse aislado y solo.
Menos de un tercio de la población todavía cree que deberían apoyar financieramente a los parientes ancianos, según la Oficina Nacional de Estadística.
Y los ancianos están preocupados por ser una carga, y son cuatro veces más propensos a cometer suicidio en Corea del Sur que en cualquier otro país desarrollado.
El único país con una tasa de mortalidad más alta es la pequeña nación sudamericana de Guyana, que es de 44,2 suicidios por cada 100.000 personas. En Corea del Sur unos 28,9 personas se suicidan por cada 100.000, según la Organización Mundial de la Salud.
La idea de estas escuelas es hacer hincapié en el "daño colateral" de la muerte, hacer pensar en el dolor que implica para sus familiares que dejan atrás y considerar los aspectos prácticos de su suicidio.
A continuación, se quedan solos en la oscuridad dentro de sus ataúdes durante al menos 10 minutos, en los que se toman el tiempo para contemplar la vida desde la perspectiva de un forastero.
Los estudiantes se despiertan después y salen de sus ataúdes, donde, dicen, que se sienten "renovado" y "liberados" de sus problemas.
Tal vez esta técnica implementada por estas escuelas no es tan descabellada despues de todo.
¿Tu que opinas?
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