Llega una etapa en la relación de pareja donde las relaciones íntimas no son nada atractivas, ya sea por la monotonía o por factores que sólo esa persona conoce, por eso es normal que se usen excusas para no tener sexo.
De acuerdo con la psicóloga Lisa Firestone, directora de Investigación y Educación para la Asociación Glendon, los encuentros íntimos se reducen de forma considerable después del matrimonio.
Cuida tu vida sexual
De acuerdo con un estudio publicado en la Encyclopedia of Human Relationships, las relaciones sexuales disminuyen con el tiempo, debido a la insatisfacción sexual, así que lo más cómodo para ellos es encontrar pretextos que les ayuden a evitar ese encuentro íntimo.
Lisa Firestone, autora de “Conquer Your Critical Inner Voice, Creating a Life of Meaning and Compassion, and Sex and Love in Intimate Relationships”, detalla que las excusas más comunes para no tener sexo son:
1. Falta de cercanía con la pareja. Cuando en una relación faltan las demostraciones de amor, es normal que la vida sexual sea nula, ya que la satisfacción sexual va de la mano con la estabilidad de la pareja. Si evitas el sexo, pregúntate si te gusta tu pareja o qué le mejorarías en la relación para estrechar los vínculos.
2. No te sientes sensual. La baja autoestima puede aparecer en cualquier momento de la relación, así que es una de las excusas más utilizadas. De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Family Psychology, la imagen personas está muy relacionada con la satisfacción marital.
3. Estar demasiado ocupados o cansados. La rutina o la falta de satisfacción hacen que las personas ocupen este tipo de excusas, recuerda que la actividad sexual te llena de energía y elimina el estrés por completo.
4. No están de humor. La utilización de esta excusa es una advertencia de que algo anda mal en la relación. Una de los motivos para decirla es que no existe una satisfacción sexual.
5. Poner de pretexto la edad. Si crees que ya eres demasiado “grande” para tener encuentros amorosos con tu pareja, es momento que pienses qué es lo que realmente te orilla a decirlo.
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