Cuando nos enfrentamos a un procedimiento médico, no nos queda más que confiar en el profesional a cargo, ya que saben más que nosotros. Un paciente educado, recibe mejores cuidados. Por eso, hoy queremos contarte 6 cosas que tu médico nunca debe hacer contigo, a menos que sea absolutamente necesario.
6. Una transfusión de sangre (a menos que sea necesario)
Realizar una transfusión de sangre es parte del protocolo en algunas cirugías, sea o no necesario. Una transfusión innecesaria, aumenta la posibilidad de sufrir complicaciones. Es más, quienes no están en riesgo e igual reciben una, tienen una tasa de muerte o efectos indeseados, mucho mayor que si no les hubiese realizado.
5. Afeitarte
Si te van a operar, es protocolo afeitar la zona con una cuchilla desechable y rara vez se utiliza crema, por lo que se termina removiendo la capa superior de la piel. El proceso genera cortes microscópicos que permiten que las bacterias que normalmente están en la piel, penetren el organismo. La recomendación es no afeitar la zona a menos que el vello interfiera con el acceso al área a operar o las suturas y vendajes posteriores.
4. Operarte un viernes
A menos que sea una cirugía de emergencia, evita que se te opere los días viernes. No es superstición, quienes reciben cirugías los viernes tienen un 44% mas de posibilidades de morir que si lo hacen un lunes, ello se debe a que durante el fin de semana, el personal de los hospitales suele estar compuesto por los miembros más jóvenes, con menos experiencia. En caso de haber complicaciones, no estarán tan preparados para asistirte como aquellos que ejercen la profesión desde hace más años, quienes suelen tener turnos solo en días de semana.
3. Tocarte sin antes lavarse las manos
Las infecciones hospitalarias se llevan las vidas de miles de personas al año y pese a ello, no todos los profesionales tienen el hábito de lavarse las manos entre paciente y paciente. En Inglaterra se realizó un estudio que concluyó que 1 de cada 15 pacientes contraía una infección intrahospitalaria y la principal vía de contagio era a través de funcionarios que no mantenían una higiene adecuada.
2. No avisarte qué prótesis se utilizará
Los reemplazos de cadera son comunes entre las personas de tercera edad y cada año aparecen prótesis más modernas. Puede parecer beneficioso utilizar el modelo más nuevo, pero lo cierto es que al ser tan reciente, no se conocen sus efectos a largo plazo. Algunas prótesis modernas, han mostrado desgaste que hace que partes metálicas entren a la sangre. Para mayor seguridad, se recomienda eligir una cadera artificial menos sofisticada, pero cuya efectividad esté probada, algo que deben informar al paciente, siempre.
1. Resucitarte si estás en un estado muy delicado
Hay países donde se puede especificar por adelantado que ante una crisis médica como un paro cardíaco respiratorio, no se realicen labores de resucitación. Si un paciente está en un estado muy delicado, cerca del deceso, puede reclamar que no intenten mantenerlo con vida.
Cuando las posibilidades de sobrevivir son nulas, pero aún hay consciencia, es probable que los últimos momentos se quieran aprovechar y no dejarlos pasar mientras desconocidos procuran cambiar lo inevitable, por ejemplo, con respiración artificial.
Personas de edad demasiado avanzada, salud frágil o enfermedades como cáncer, deberían firmar una orden reclamando que no los resuciten en el hospital si es que así lo desean, pues es posible.
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