La naturaleza nunca deja de sorprendernos. Fenómenos como terremotos, inundaciones, huracanes o erupciones volcánicas, se suceden de manera más o menos habitual a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, existen otros muchos más singulares -y por ello menos frecuentes- que se producen de forma fortuita cuando se dan unas condiciones concretas.
En nuestro repaso diario por los contenidos más interesantes de la red descubrimos en el blog Diario Ecología un catálogo de los más impresionantes así como su pertinente explicación:
1. Brinicle: También conocido como carámbanos de salmuera son unas estalactitas de hielo que se forman en el mar. Cuando un chorro de agua muy fría se congela crece hacia el fondo. El brinicle es tan frío que aniquila todo lo que encuentra a su paso, congelándolo y atrapándolo bajo su columna de hielo. Existe documentación de este fenómeno desde los años 60 del siglo pasado y fue filmado por primera vez en 2011 por un equipo de la BBC.
2. Rollos de nieve: Es un fenómeno meteorológico en el que se crean bolas de nieve que son arrastradas por el viento. Su forma es cilíndrica y generalmente su núcleo está hueco al ser las capas interiores más débiles, confiriéndole aspecto de donut. Para que se formen han de cumplirse varias condiciones: base de hielo, presencia de nieve suelta y cerca del punto de fusión y viento fuerte para moverlos. Generalmente estos rollos aparecen en laderas o en zonas con pendiente.
3. Nubes "Morning Glory": Es una curiosa formación de nubes que aparece entre septiembre y octubre en el golfo de Carpentaria, Australia. La nube tiene forma de rollo, puede medir hasta mil kilómetros y se desplaza a una velocidad de 60 kilómetros por hora. Se cree que estas nubes se forman en presencia de elevada humedad y con fuertes vientos. El lugar idóneo para observarlas es en la localidad de Burketown en la que cada año se citan aficionados al parapente dispuestos a cabalgar estas nubes.
4. Frost Flowers: Las flores de escarcha constituyen una bella formación que aparece en plantas de tallo largo durante el otoño o a comienzos del invierno. Sucede cuando el ambiente está congelado pero el suelo todavía no. Con estas condiciones la savia de la planta comienza a expandirse por efecto de la congelación y el tallo se agrieta. La savia rebosa y se crean estos delicados pétalos. En los árboles leñosos el fenómeno es similar pero la apariencia es de barba.
5. Rayos volcánicos: Documentados por primera vez en la Historia en el año 79 de nuestra era por Plinio el Viejo durante la erupción del Vesubio, se cree que se deben a las cenizas que salen despedidas. Por acción de la fricción entre diversas partículas se cargan eléctricamente. Seguidamente dichas partículas se separan y se atraen, produciéndose la descarga eléctrica. Asimismo estas tormentas liberan agua que ayuda a sofocar el calor producido durante la erupción. Recientemente se han podido ver estos rayos en volcanes como el Sakurajima, el Chaiten o el famoso e impronunciable Eijafjallajökull islandés.
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