Por extraño que pueda parecer la flora intestinal puede ser una de las causas principales del incremento de peso. El ejemplo más cercano que avala la asociación entre la infección y la inflamación es el germen Helicobacter pylori, que causa la mayoría de las úlceras de estómago.
Recientemente se ha creado un nuevo término médico que relaciona la microbiología de nuestro organismo con el aumento de peso: la infectobesidad. Como apuntan desde la Sociedad Española para el Estudio de la Sociedad (SEEDO), la infectobesidad intenta explicar por qué algunas personas incrementan su peso independientemente de la genética y de la alimentación, centrando su atención en una composición diferente de los microorganismos presentes en su intestino. Según los defensores de este vínculo, las personas obesas tienen una flora bacteriana distinta que procesaría los alimentos de manera distinta, influyendo de manera considerable en su ganancia de peso.
“Son muchos los casos que constatan que los gérmenes pueden provocar aumento de peso en los seres humanos como Helicobacter pylori. Se estima que el 50% de la población mundial puede estar infectada con H. pylori, aunque sólo el 20% de las personas presentan síntomas. Una nueva evidencia sugiere que los pacientes tratados contra la infección desarrollaron un aumento de peso significativo en comparación con los sujetos no tratados”, apunta el doctor José Manuel Fernández-Real, socio de la SEEDO.
A este respecto, en la Universidad Estatal de San Diego (Estados Unidos) acaban de descubrir un virus bacteriófago, llamado crAss-fago, que estaría presente en la microbiota intestinal de más de la mitad de la población mundial y que afecta a las bacterias intestinales más comunes, los ‘bacterioidetes’. El adenovirus AD-36, un virus común que causa resfriados, es otro buen ejemplo de ello ya que provoca una mayor división de los adipocitos y favorece la acumulación de grasa.
“Cuando se analiza la relación entre infección y obesidad es interesante destacar cómo la exposición a microorganismos se asocia en paralelo a un aumento de inflamación y adiposidad” apostilla Fernández-Real. En cualquier caso lo que sí está claro es que existen diversas causas tanto genéticas como de hábitos alrededor de la obesidad.
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