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» » » » ¿Por qué los bebés aprenden más rápido un idioma?

Alberto 1 ago 2014 0 No hay comentarios



También te decimos a qué edad aprenden a identificar otras lenguas.

Nuevas investigaciones sobre cómo oyen los bebés han arrojado luz respecto una controversia de años: ¿son nuestros cerebros como una hoja en blanco capaces de usar cualquier sonido con la misma facilidad o tenemos una suerte de"instinto para el lenguaje"?

Para este estudio, bebés italianos escucharon distintos sonidos. Algunos de ellos, como "bl" eran comunes a varios lenguajes, otros como "lb" muy extraños, así lo publica BBC Mundo.

Usando espectroscopia casi infrarroja, que permite detectar funciones cerebrales sin recurrir a un escáner, los científicos comprobaron que los cerebros de los infantes tuvieron una reacción más fuerte a vocablos como "blusa" que "lbusa". Los bebés eran muy pequeños como para haber aprendido cualquier palabra o incluso para haber comenzado a balbucear.

Por lo que parece que los cerebros están listos y preparados para los sonidos del lenguaje.

¿Los bebés pueden identificar idiomas?

Por increíble que parezca, los bebés son capaces de distinguir la diferencia entre los sonidos de todas las lenguas. Sin embargo esta capacidad sólo ocurre hasta los ocho meses, porque, a partir de ese momento sus cerebros empiezan a centrarse sólo en los donados que más escuchan en su entorno, los de su lengua de nacimiento, así lo publicó un reciente estudio publicado en PNAS.

El lenguaje humano es como un "rompecabezas", considerado como uno de los mayores retos de la ciencia cognitiva, aseguran los investigadores. "No está claro cómo ocurre la transición entre la percepción del lenguaje y la verbalización de sus primeras palabras". El caso que, en situaciones normales, consiguen pronunciarlas en "un espacio de tiempo muy corto", así lo publica el diario El Mundo.es.

Con el objetivo de ordenar este rompecabezas de la neurología, un grupo de expertos del Instituto de Aprendizaje y Ciencias del Cerebro de la Universidad de Washington, se puso manos a la obra y decidió estudiar a 25 bebés de siete meses y otros 24 de 11 meses.

Todos fueron sometidos a un escáner cerebral, denominado magnetoencefalografía. A través de esta técnica no invasiva, los investigadores tomaban mediciones de la actividad cerebral de los pequeños en varias situaciones. Se les hablaba en inglés (su idioma materno) y también en español (la lengua extranjera).

Con la información obtenida, se concluyó que a los siete meses estos pequeños están tratando de hablar, concretamente, intentando descubrir cómo hacer los movimientos correctos para poder pronunciar las palabras que escuchaban. Lo que ocurre es que los "sonidos del lenguaje estimulan ciertas áreas cerebrales responsables de la coordinación y la planificación de los movimientos motores que se necesitan para el habla", dijo Patricia K. Kuhl. principal investigadora del estudio.

Los investigadores observaron actividad cerebral en una área cognitiva auditiva denominada gyrus temporal superio, así como la zona Brica y el cerebelo, las regiones responsables de la planificación de los movimientos motores necesarios para la producción del habla. Hasta los ocho meses, ocurriría tanto con la lengua materna como con la extranjera, lo que demuestra que a esa edad, los bebés responden a todos los sonidos del habla.

¿Por qué es bueno aprender a leer a edad temprana?

Una investigación realizada en gemelos idénticos por científicos de la Universidad de Edimburgo y el King College de Londres (Reino Unido) revela que aprender a leer de manera temprana puede incidir positivamente en el desarrollo futuro de otras habilidades intelectuales.

El estudio, publicado esta semana en la revista Child Development, proporciona una respuesta parcial a la cuestión de por qué los niños de una misma familia obtienen resultados muy distintos en las pruebas de inteligencia, a pesar de tener muchos factores en común.

De la misma manera, para los expertos podría ser crucial en la mejora del desarrollo intelectual de los más pequeños, lo que supone claras implicaciones para los educadores.

"La rápida solución de las dificultades en la lectura podría ayudar no solo al crecimiento de la alfabetización, sino también a las habilidades cognitivas más generales, de gran importancia durante toda la vida”, comenta Stuart J. Ritchie, investigador en la institución escocesa y líder del estudio.

Las investigaciones previas sobre qué causa la diferencia de inteligencia demostraron que tanto la genética como el entorno tienen un papel clave. Pero los mecanismos ambientales específicos que intervienen permanecen confusos.

Así, este estudio analiza los efectos de una influencia ambiental potencial, es decir, de aprender a leer en la infancia. Mediante el ensayo realizado con gemelos monocigóticos, los investigadores comprobaron si el hermano con mejores habilidades de lectura, adquiridas por razones puramente ambientales, también mostraban ventajas intelectuales adicionales.

Los científicos analizaron a 1.890 gemelos idénticos que fueron parte del Twins Early Development Study, un estudio a largo plazo realizado en Reino Unido cuyos participantes eran representativos de la población en general. Se examinaron las puntuaciones de las cinco pruebas de lectura e inteligencia realizadas cuando los gemelos tenían 7, 9, 10, 12 y 16 años, así lo publica la agencia SINC.

Como cada par de gemelos idénticos comparten todos los genes, así como el ambiente del hogar –estatus socioeconómico, nivel educativo y progenitores–, los autores sugieren que las diferencias entre ellos tienen que deberse a las experiencias que los hermanos no comparten, como por ejemplo un profesor particularmente efectivo o un grupo de amigos que le alentaron a la lectura.

Los resultados mostraron que las desigualdades en el aprendizaje en la lectura entre los gemelos están vinculadas a las diferencias posteriores en la inteligencia. Leer no solo se asocia con el desarrollo de la inteligencia verbal –aumento del vocabulario–, sino que también se relaciona con capacidades no verbales –destreza de razonamiento–.

Las diferencias en la lectura que estaban relacionadas con las variaciones intelectuales futuras estaban presentes a los 7 años, lo que indica que aprender a leer enseguida tiene consecuencias en el desarrollo intelectual.

“Lo más interesante es que hemos demostrado cómo las desigualdades en la destreza lectora también pueden traducirse en diferencias en las habilidades no verbales”, explica el investigador a Sinc. “Estas se midieron mediante tareas como la terminación de rompecabezas, lo que implica el uso de pensamiento abstracto”.

“Sí, leer influye en la inteligencia. Los niños que no reciben ayuda suficiente para aprender también pueden ver limitadas competencias intelectuales que van más allá de la alfabetización”, concluye Ritchie.

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