Los tóxicos del cigarro dañan su elasticidad y humectación.
Por cada 10 años que una personas fuma, su piel envejece dos años y medio más que si no fumara, según un nuevo estudio de la Sociedad Española de Medicina Estética.
El informe revela que los factores estéticos motivan a 6 de cada 10 fumadores a dejar de fumar y las consultas más frecuentes en esta especialidad se relacionan con el tabaquismo y el pelo quebradizo.
La doctora Martha Banqué el fumar provoca la disminución de la circulación sanguínea en tejidos, lo que influye negativamente en la elasticidad de la piel y provoca efectos negativos en su conservación.
Muestra de ello son las características propias que aparecen en la cara del fumador: arrugas marcadas, aspecto demacrado por la prominencia de los huesos y tonalidad grisácea de la piel", dijo la especialista al sitio español.
Banqué explicó que el dejar de fumar disminuye la acumulación de radicales libres, logrando revertir, el daño provocado y para recuperar la luminosidad de la piel.
La presidenta de la Seme, la doctora Petra Vega dice que la medicina estética es una medicina con un gran componente preventivo y de instauración de hábitos saludables, entre ellos el de dejar de fumar, tanto por su influencia en el aspecto externo.
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