Luego de que un tribunal europeo reconociera el "derecho al olvido" de un usuario de internet, Google ha implementado un mecanismo para que la gente pueda solicitar que archivos que les afectan negativamente sean borrados de su buscador.
Para que los vínculos con información "irrelevante" o datos obsoletos sean eliminados, el usuario deberá llenar un formulario en donde quede especificado los archivos que quiere borrar y las razones por las que considera necesario hacerlo.
Google ha recibido en el pasado solicitudes de gente que quiere ver borrados archivos que los mencionan, pero como dice el analista de tecnología de la BBC Dave Lee: "ésta es la primera vez que se pone en funcionamiento un mecanismo para poder hacerlo".
El buscador de internet señaló que evaluará en cada pedido "los derechos de privacidad del individuo en relación con los derechos del público de conocer y distribuir información".
"Cuando analicemos su solicitud, veremos si los vínculos incluyen información que ya no tiene vigencia, así como si existe un interés público por dicha información", dice el formulario.
La empresa añadió que buscará datos sobre "fraudes financieros, mala práctica profesional, condenas criminales o la conducta pública de funcionarios gubernamentales" al momento de decidir si aprueba o no una solicitud.
Identidad
El solicitante debe suministrar una identificación con foto y declarar su país de residencia, para ayudar a Google a no ser engañado por formularios fraudulentos.
"Google suele recibir pedidos de gente que se hace pasar por otros, o que quiere dañar a sus competidores, o que busca eliminar inapropiadamente datos legales".
"Para evitar esta clase de abusos, necesitamos comprobar la identidad", indicó la compañía.
Google informó que comenzará a borrar archivos a partir de mediados de junio y que cualquier resultado en su buscador que haya sido afectado por la eliminación de un vínculo llevará una marca para que la persona que realiza la búsqueda lo sepa.
Las decisiones serán tomadas por personas y no por el sistema de algoritmos que rige casi todos los aspectos del buscador de Google.
Si se producen desacuerdos sobre qué archivos deben ser eliminados, las agencias nacionales de protección de información podrán intervenir.
La información solo desaparecerá de las búsquedas realizadas desde el interior de Europa, las consultas formuladas desde otras latitudes seguirán mostrando los controvertidos archivos.
Imposible
Todo comenzó cuando un ciudadano español pidió que borraran de internet una información sobre la subasta de una de sus propiedades por impago de impuestos en 1998, y el caso terminó en un tribunal europeo.
Mario Costeja González presentó en 2010 una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos porque cada vez que buscaba su nombre en Google aparecían artículos publicados en el periódico barcelonés La Vanguardia sobre la subasta de una de sus propiedades en 1998 por impago de impuestos.
La deuda quedó solventada, por lo que el contenido no sólo no tenía ya validez sino que afectaba negativamente a la reputación de Costeja. El tribunal europeo le dio finalmente la razón.
Pero si Google recibía cientos de pedidos similares antes del fallo, se teme que ahora haya una avalancha de solicitudes similares.
"Quizás lo está tratando de hacer Google es demostrar, cuando lleguen millones de solicitudes, es que el fallo es imposible de aplicar en la realidad, y que se necesita estudiar mucho más el tema antes de alcanzar un punto en común", señaló Lee.
En una entrevista con el Financial Times, el jefe de Google, Larry Page, indicó que -aunque la empresa cumplirá con la decisión del tribunal- es posible que esta clase de regulaciones de la red afecten las innovaciones propias de internet.
Page también advirtió que el fallo podría alentar a que otros gobiernos "no tan adelantados y progresistas como los europeos a hacer cosas malas".