La presión social nos puede hacer cambiar de opinión, pero por poco tiempo.
A todos nos gusta pensar que tenemos libre albedrio; sin embargo, la presión social nos puede hacer cambiar de opinión. Una reciente investigación sugiere que la gente cambia sus propios juicios personales para adherirse a las normas de un grupo, lo cual sólo dura unos tres días.
Nuestros hallazgos sugieren que la exposición a las opiniones de otros cambian, en efecto, nuestras propias opiniones privadas, pero eso no es para siempre. Al igual que la memoria de trabajo puede retener cerca de siete artículos o un fármaco puede ser efectivo por una cierta cantidad de tiempo, la influencia social parece tener una limitación de tiempo para su eficacia", asegura el científico y psicológico Rongjun Yu de la Universidad South China Normal.
El hecho de que los juicios personales se vean influenciados por las opiniones de los de los demás es un fenómeno bien conocido en la psicología. No obstante, se desconoce si la conformidad social refleja el deseo de encajar en un grupo y evitar el rechazo social o si la aceptación privada conduce a un verdadero cambio en la opinión personal que persiste incluso cuando se elimina la influencia social.
Con el fin de investigar esta cuestión, Yu y sus colegas, Yi Huang y Keith Kendrick, reclutaron estudiantes universitarios para participar en un estudio acerca de cómo " las personas perciben el atractivo facial ".
Los participantes observaron 280 fotografías digitales de mujeres chinas jóvenes y evaluaron el atractivo de cada cara en una escala de 8 puntos. Después de calificar un rostro, los voluntarios vieron el promedio de las calificaciones de otros 200 estudiantes acerca de los rostros.
La media de la calificación grupal del participante coincidió sólo el 25% de las veces. En las demás ocasiones, el promedio del grupo cayó en 1, 2 o 3 puntos por encima o por debajo de la calificación del votante. Los estudiantes fueron llevados al laboratorio para evaluar las caras nuevamente después de un tiempo (1, 3, 7 días ó 3 meses).
Los datos mostraron los juicios propios de los participantes oscilaron cuando reclasificaron las fotos después de uno ó tres días. No obstante, no hubo evidencia de un efecto de conformidad social cuando hubo una reevaluación después de un tiempo mayor (7 días ó 3 meses). Según los investigadores, el hecho de que las opiniones de los individuos se vieran influenciadas 3 días después, esto sugiere que las normas grupales parecen haber tenido una amenaza real, pero breve, sobre el impacto en el modo de pensar de los sujetos.
Yu y sus colegas aún no saben porque el efecto dura 3 días, así que planean continuar investigando si es que existe una razón neurológica para la duración del efecto, y si este puede ser manipulado para durar distintos períodos de tiempo.