El insomnio es uno de los grandes problemas que afecta a miles de personas. El problema se agrava aún más cuando uno intenta conciliar el sueño y no lo consigue, buscando miles de causas del porqué no se puede descansar. A veces nuestras preocupaciones personales incrementan el insomnio al igual que el excesivo uso las tecnologías, pues no paramos de mirar antes de acostarnos nuestras diversas redes sociales para saber la última novedad.
Se recomienda que los adultos duerman 8 horas diarias, pero a veces el propio trabajo nos quita horas de sueño y aquí en España, en diversas ocasiones los programas se alargan hasta altas horas de la madrugada. Unos hábitos que nos están costando mucho que podamos conciliar el sueño con total tranquilidad.
Igual que evitamos el café, sinónimo de que nos mantiene despierto gracias a la cafeína, existen diversos tipos de alimentos, valga la redundancia, que pueden ayudarnos a conciliar el sueño.
Por ejemplo las cerezas, las cuales aumentan los niveles de melatonina (la hormona de origen natural que regula el ciclo del sueño), así que tomar cerezas naturales o un zumo de dichos frutos pueden ayudar antes de irnos a dormir. Las nueces también son buenas a la hora de conciliar el sueño debido a la gran fuente de triptófano, aminoácido esencial en la nutrición humana y que promueve la liberación de serotonina, involucrada en la regulación del sueño y del placer.
Por último, las almendras son ricas en magnesio, el cual actúa en el sistema neurológico favoreciendo el sueño y la relajación. ¡Combínalas con las nueces como un perfecto aperitivo! Y otra rica fuente de magnesio y sobre todo de potasio son los plátanos y las bananas, al igual que contiene grandes dosis de triptófano.
Los pescados más grasos como el salmón o el atún, cuentan con grandes dosis de la vitamina B6, complemento para la melatonina, por lo que tomar un filetito de dicho tipo de pescado o combinándolo en una ensalada nos puede ayudar en la cama, al igual que el consumo del arroz blanco.
Por otro lado, el té de manzanilla también ayuda a que encontremos el sueño y más aún si lo complementamos con un chorrito de miel, la cual contiene azúcar natural que aumenta ligeramente los niveles de insulina y permite que el triptófano entre en el cerebro con más facilidad. Finalmente las fuentes de calcio, como yogures, el queso o un vaso de leche también nos ayuda a que conciliemos fácilmente el sueño y nos permita dormir mucho mejor.
Unos pequeños consejos en la alimentación que pueden ayudarnos a solventar el insomnio que sufrimos en diversas ocasiones y que luego nos impide que descansemos lo suficiente para rendir en nuestro trabajo.
