El surfista brasileño Carlos Burlé podría pasar a la historia tras surfear una ola gigante este martes en la playa portuguesa de Nazaré. La marca a batir son 30 metros que registró el estadounidense Garret Mcnamara en enero de 2013. A falta de las mediciones oficiales, el brasileño deberá esperar unos días los resultados exactos que podrían coronarle en la élite del surf mundial.
Todo ocurrió alrededor de las 6.30 horas cuando Burlé y un grupo de surfistas aprovecharon la mañana lluviosa para intentar navegar alguna ola importante. Pero precisamente el mal tiempo que acompañó la sesión fue determinante para que el propio Mcnamara desistiera en el intento debido a el riesgo que suponía el fuerte oleaje.
La mañana fue ciertamente accidentada. Maya Gabeira, amiga y compatriota de Burlé, sufrió un desmayo mientras intentaba subirse a una ola. Rápidamente los demás compañeros fueron a socorrerla y sacarla del agua. "La situación de Maya fue horrible, es una amiga de hace años, trabajamos conjuntamente durante todo el año para este tipo de momentos y sabemos que el riesgo forma parte de ello, pero estoy feliz porque ya se encuentra bien. La he visto sin respirar, ha sido horrible", cuenta Burlé.
Vivir una experiencia así podría haber tumbado a cualquiera. Sin embargo, Burlé sorprendió a todos los presentes cogiéndo su tabla y corriendo hacia el mar. Tenía una cuenta pendiente: "No había podido surfear ninguna ola todavía y el resto del equipo sí. Sentí una adrenalina tremenda al volver al mar". Cuando vio llegar la inmensa ola no lo dudó dos veces y se lanzó a por ella mientras decenas de personas observaban desde la playa. A pesar de no disponer de mediciones oficiales los presentes auguraban un nuevo récord, el propio Burlé confía en ello: "Sé que fue una ola muy grande, lo sentí así y lo comprobé más tarde viendo las fotos y las imágenes. Mis compañeros dicen que fue igual que la de Mcnamara pero que esta no rompió asi que hay una buena posibilidad de haber batido el récord".
Un posible nuevo récord que superaría al implantado por Mcnamara en la misma playa, Nazaré. Esta playa portuguesa centra sus esfuerzos en intentar consolidarse como la meca del surf en Europa y desde luego que estas marcas ayudan. Esta abrupta playa portuguesa cuenta con gigantescas olas gracias a un fenómeno sub-acuático denominado 'Cañón de Nazaré', el mayor de Europa, que alcanza los 5 kilómetros de profundidad y los 200 kilómetros de extensión.
Además la cercanía de la playa con la cabecera del Cañón, menos de un kilómetro, provoca alteraciones en las ondulaciones provocando altos índices de olas gigantes. En los próximos días se emitirá un comunicado con los resultados oficiales y mientras tanto las espectaculares imágenes de Burlé dan la vuelta al mundo.
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