Las mujeres que sólo trabajaban de noche también tienen mayores probabilidades de perder el embarazo, señala un estudio reciente. Se produce no sólo por el estrés, sino por la alteración de los ritmos biológicos normales.
El trabajo en turnos podría aumentar el riesgo de problemas menstruales y de fertilidad de las mujeres, y los turnos nocturnos constantes podrían aumentar las probabilidades de pérdida del embarazo, sugiere un estudio reciente.
Los hallazgos respaldan la idea de que "para las mujeres que buscan quedar embarazadas, una rutina saludable y regular es de vital importancia", aseguró la Dra. Jill Rabin, del Centro Médico Judío de Long Island, en New Hyde Park, Nueva York, quien no participó en la investigación.
Los investigadores británicos analizaron todos los estudios sobre el trabajo en turnos y la reproducción, publicados entre 1969 y 2013.
Y los datos de más de 119,000 mujeres revelaron que las que trabajaban en turnos alternados, tuvieron un riesgo del 33% más alto de sufrir problemas menstruales y un riesgo un 80% mayor de padecer problemas de fertilidad, que las que trabajaban en un horario regular.
En cambio, las mujeres que sólo trabajaban de noche no tuvieron un riesgo estadísticamente mayor de problemas menstruales o de fertilidad, pero sí tuvieron un mayor riesgo de pérdida del embarazo. Según los investigadores, una explicación posible es que la alteración que el trabajo en turnos provoca en el ritmo circadiano del cuerpo, puede afectar la función biológica de los "genes reloj", que se asocian con cambios en las funciones biológicas.
Los hallazgos respaldan la idea de que "para las mujeres que buscan quedar embarazadas, una rutina saludable y regular es de vital importancia", aseguró la Dra. Jill Rabin, del Centro Médico Judío de Long Island, en New Hyde Park, Nueva York, quien no participó en la investigación.
Los investigadores británicos analizaron todos los estudios sobre el trabajo en turnos y la reproducción, publicados entre 1969 y 2013.
Y los datos de más de 119,000 mujeres revelaron que las que trabajaban en turnos alternados, tuvieron un riesgo del 33% más alto de sufrir problemas menstruales y un riesgo un 80% mayor de padecer problemas de fertilidad, que las que trabajaban en un horario regular.
En cambio, las mujeres que sólo trabajaban de noche no tuvieron un riesgo estadísticamente mayor de problemas menstruales o de fertilidad, pero sí tuvieron un mayor riesgo de pérdida del embarazo. Según los investigadores, una explicación posible es que la alteración que el trabajo en turnos provoca en el ritmo circadiano del cuerpo, puede afectar la función biológica de los "genes reloj", que se asocian con cambios en las funciones biológicas.
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