El fin de los humanos y del planeta Tierra es un tema sobre el que se ha especulado desde hace miles de años. En la antigüedad, eran los oráculos y los sabios quienes soltaban sus alocadas teorías sobre cómo y cuándo llegaría el fin de nuestra existencia.
Historias sobre catástrofes y desastres naturales: erupciones de mega volcanes, terremotos, tsunamis o un meteorito eran las favoritas de entre todas las adivinaciones.
Hoy en día, es más probable a que muramos en un conflicto nuclear a que la madre naturaleza se encargue de exterminarnos.
De acuerdo con la Comisión Reguladora para el uso de Armas Nucleares, actualmente existen 14 mil 900 bombas nucleares en todo el mundo.
De esta cantidad, entre Estados Unidos y Rusia nada más tienen 14 mil bombas. Inglaterra tiene 215, China 260 y Corea del Norte 10. Existen además algunos otros países que cuentan con una o dos bombas.
¿Pero qué pasaría si en verdad explotaran todas estas bombas?
La explosión
Pensando que las 13 mil 800 bombas que poseen Rusia y Estados Unidos explotaran en la superficie terrestre de forma distribuida, 94 kilómetros de tierra serían arrasados inmediatamente y 232 mil kilómetros cuadrados de infraestructura quedarían en ruinas.
Inmediatamente después, una bola de fuego gigantesca provocada por la explosión vaporizaría todo lo que estuviera a su paso dentro de un radio de 79 mil kilómetros y toda persona que se encuentra dentro de un radio de 5.8 millones de kilómetros cuadrados sufriría quemaduras de tercer grado.
Después del Fuego
La radiación que dejaría la explosión se quedaría en la atmósfera provocando que un área mayor a los 284 mil kilómetros quedará contaminada para siempre.
Además, los sobrevivientes que se encuentren dentro de esa distancia morirían enfermos por la radiación.
El invierno nuclear
Finalmente, si después de toda la tragedia algunas personas lograran sobrevivir, lo único que encontrarían después de la explosión sería oscuridad, ya que la ceniza taparía el cielo formando una capa que evitaría que los rayos del sol pasen, provocando la muerte de todo ser vivo que dependa del sol.
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