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» » » » Países que te pagan por ser homosexual

Alberto 2 dic 2016 0 No hay comentarios

Las palabras “sexo”, “porno”, “gay”, “lesbiana”, “pene”, “vagina”, “erección”, “coito” y demás entran siempre en un paquete siniestro de ocultismo, burla o amenazas. 


El primer día que escuché estas expresiones en la escuela no pude evitar reírme junto a mis compañeros, pues una figura de autoridad –el maestro– hablaba de lo “prohibido”, lo que nunca nadie quería admitir: la maduración de nuestros genitales y cómo podrían incidir en crear magia como la vida misma. Sin embargo, nunca escuché insinuación alguna de la normalidad homosexual y de cómo estaba cambiando las ideas en muchas partes del mundo, mucho menos de que antes las personas gay eran perseguidas, discriminadas, arrestadas, torturadas y vistas como el cáncer de toda la sociedad. 

El morbo es quizá el principal agente del caos en esta situación, pues deriva de una psique que encadena a los seres humanos y los clasifica en una caja con diferentes estrados, es decir, la sociedad está regida por reglas, normas y comportamientos que se adaptan a lo que es “normal” en nuestro contexto. Las personas homosexuales, en este caso, no eran los invitados favoritos de gobiernos, dictadores y de las personas mismas, quienes en un afán por seguir el molde –de líderes como Francisco Franco o Adolf Hitler– sucumbían ante la idea de que nadie es igual y existía una raza superior a las demás. Se manejaban como un “club de Toby” donde, además de relegar a las mujeres, no dejaban entrar a todo aquél que no fuera ario, aliado, nacionalista, popular y poderoso. 



Por fortuna, en la actualidad evolucionaron las formas de pensar, creer y sentir lo que no entendemos, se busca ahondar en la razón para no maniatar a quien nos “invade” o simplemente actúa diferente. La guerra terminó hace mucho en Alemania y España, pero sigue siendo recordada sólo para reflexionar los errores, horrores y acciones que la sociedad debe evitar. Para las personas homosexuales mejoró el panorama y ahora cada vez más existen esos lugares que te indemnizan por si algún día tuviste la desgracia de ser “el malo”.

España 

Durante la primera mitad del siglo XX era todo un peligro pertenecer a algún país europeo, sobre todo si estabas en territorio alemán, español o italiano, pues en cada uno de estos países reinaba una ideología en común nombrada de distinta manera –franquismo, nazismo y fascismo–, aunque al final todo era lo mismo: autoritarismo militar y patriótico en extremo. Para el caso de los ibéricos, el movimiento franquista empezó a mediados de los años 30, se soltó una desalmada guerra civil y muchos ciudadanos emigraron del país, mientras que para otros su opción quedó reducida a permanecer y vivir el caos de una sociedad dividida. 



Basta decir que los homosexuales eran sumamente perseguidos por la dictadura franquista, pues la “antinaturalidad” que representaban para la utopía de Francisco Franco no podía permitirse. Afortunadamente, el presente es muy diferente y a partir del 2009 los homosexuales han sido indemnizados por las falsas acusaciones que recibieron durante la dictadura; de hecho desde el año 2010, la Ley de Memoria Histórica protege a toda la comunidad LGBTTTI contra las falsas acusaciones del periodo franquista, en donde les llegan a pagar entre 4 mil y hasta 12 mil euros dependiendo del tiempo que estuvieron encerrados. 

Reino Unido 


A pesar de que en el Reino Unido no existió una dictadura y siempre fueron férreos contrincantes de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, sí existía una ley que encarcelaba a todos los homosexuales. La simple práctica de mantener relaciones con alguien del mismo sexo era un delito fatal que se mantuvo en las escrituras del gobierno hasta el año de 1967. 

El problema aquí es que la monarquía británica nunca promulgó que las 65 mil personas condenadas salieran con total libertad, práctica que se mantuvo hasta que en 2013 perdonaran a Alan Turing. A partir de ahí muchos líderes, incluyendo Stephen Hawking, se pronunciaron a favor de liberar a todas aquellas víctimas de una ley retrógrada. 

La película “El código enigma” quizá sirva para ilustrar más la figura de Alan Turing y su importancia en la Segunda Guerra Mundial, ya que fue el encargado de descifrar las señales nazis para anticiparse a sus ataques; sin embargo, a pesar de ser todo un héroe nacional, en tiempos de la postguerra –1952– fue condenado por atentar contra la moral pública al mantener una relación con un joven de 19 años. Hoy, la Ley Turing ha trascendido a todos aquéllos que fueron privados de su libertad, habrá que ver si en algún momento los indemnizarán por todos los daños que les han causado. 

Alemania


Durante los años cuarenta no es difícil predecir que los alemanes estaban totalmente en contra de las prácticas homosexuales, pues desde las clases de Historia en la primaria hemos sospechado que Adolf Hitler, además de un líder nato, fue uno de las figuras más sanguinarias de la humanidad; su capacidad de manipulación y el eje discriminatorio que lo definió lo llevó a desencadenar una guerra en donde se perseguía una sola utopía: la supremacía del hombre ario alemán en todo el mundo, el ser “perfecto”. 

Basado en malversaciones nietzscheanas, Hitler persiguió a hombres que nunca habían robado, lastimado ni engañado a nadie y su único crimen fue que aún, en el presente, viven con una mancha en su historial. Por fortuna, ahora los alemanes quieren revocar esa terrible nota en sus antecedentes penales y también indemnizarlos por los daños que el gobierno les ha causado todos estos años. 

En el mundo han existido guerras llenas de violencia y absurdos escenarios que ahora se consideran retrógradas, los líderes de esa época marcaron un antes y después en el planeta; dañaron los intereses de los hombres más poderosos y también de quienes sufrían y gritaban mientras veían a su familia exiliada, envuelta entre balas y donde el color rojo de la sangre era la atmósfera de todos los días. 

Justo en ese vaivén los homosexuales sentían la derrota de sus modos de vida, sin importar si en la Segunda Guerra Mundial te encontraras en el territorio de las potencias del eje o la de los aliados, todo era total discriminación. Aun así, en países como Rusia, la India o Egipto siguen condenando con cárcel las relaciones entre personas del mismo sexo, mientras que en otro lugares como Irán, Arabia Saudita, Yemen, Somalia, Sudán, Nigeria y Mauritania se castiga con la muerte.

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