“Nuestra Señora de la Consolata” es el nombre de la virgen que aparece en uno de los tantos cuadros “milagrosos”. Esta obra pintada por San Lucas ahora pertenece a una capilla en Turín, Italia, pero la pintura no sólo se trata de un ícono para este templo. En el año 1104, la Virgen se le apareció a un ciego en Briançon, Francia. Su nombre era Jean Ravais y esta gran historia cuenta que cuando se encontró con la Virgen Consolate ella le prometió devolverle la vista. Lo único que Ravais tenía que hacer era llevarla hasta Turín al templo de San Andrés y así fue.
Como ésta existen otras historias o milagros que giran alrededor del alma que, según algunos, todas las pinturas encierran.Y aunque escuchar este tipo de relatos es esperanzador hay otros que nos roban el aliento, pues se tratan de los cuadros malditos que a pesar de su fama nadie quiere tener entre su colección. Estas pinturas se dieron a conocer por las macabras historias que contaron algunos desafortunados que tuvieron estas obras en sus manos.
Desde apariciones fantasmales, hasta la muerte, han sido parte de las consecuencias que estas leyendas en óleo han protagonizado. Algunos de sus dueños anteriores no vivieron para contarlo, pero muchos testigos confirmaron que entre las pinceladas de estas piezas existe una maldición que atrapa a quien se atreva a adueñarse o si quiera a mirar estos cuadros malditos.
8. “Cartas de amor”
Esta pintura se encuentra en el Hotel Driskill en Austin, Texas. Cada vez que los visitantes se acercan a ella o intentan verla fijamente aseguran sentirse enfermos o mareados mientras miran la imagen. Otros aseguran haber levitado unos segundos cuando intentaron cerrar los ojos después de ver a la niña de este cuadro maldito.
7. “Venus del espejo” (1647) – Diego Velázquez
A pesar de ser una obra hermosa ningún museo, hotel o cualquier otro recinto quiere quedarse con ella. La razón por la que todos rechazan el cuadro se debe a que todos los dueños que “La Venus con un Espejo” ha tenido se enfermaron repentinamente hasta morir o fueron asesinados. También se rumora que el trabajador de un museo intentó romper el cuadro con una navaja, pero el lienzo jamás se rasgó.
6. “El retrato de la niña bruja” – Madame Delphine LaLaurie
Este cuadro le pertenecía a un español que aseguró que la pintura lo seguía con la mirada. También contó que durante las noches una silueta gris se aparecía de lado del cuadro. Misma sombra que muchos afirman se trata de Madame LaLaurie.
5. “El retrato de Bernardo de Gálvez”
El temor hacia este cuadro ha crecido tanto que los visitantes del Hotel Gálvez, lugar donde se encuentra el retrato, le piden permiso a la obra antes de intentar contemplarla. Ellos dicen que si no lo haces la maldición que rodea a la pintura caerá sobre todos aquellos que se hayan atrevido a verla sin autorización.
4. “Los cuadros de los niños llorones” – Bruno Amadio
Dicen que esta maldita creación es una puerta para pactar con el diablo y que terribles desdichas recaen en todos los que se atreven a colgar uno de esos óleos en las paredes de su hogar. Entre ellas incendios que deshacen el lugar entero sin dejar un rastro más que el mismo cuadro sin ningún rasguño.
3. “La pintura embrujada de Lalaurie” – Ricardo Pustanio
En 1997 Pustanio retrató en pintura a Madame Lalaurie, quien parece moverse a través del cuadro. También aseguran que la obra suspira y cambia de lugar dentro de la mansión en Nueva Orleans en la que se encuentra. Sin embargo, el creador de la pintura asevera que nada ha interferido con su salud o bienestar a pesar de tener el cuadro en su poder.
2. “El hombre angustiado”
Se sabe que el cuadro fue pintado por un hombre que tenía algún desorden mental. De hecho, utilizó su propia sangre para crear pare del cuadro y al terminarlo se suicidó. Hoy la pintura pertenece a la familia Robinson, quienes relatan que el cuadro gime y se queja durante las noches.
1. “La niña suicida”
Antes de suicidarse una joven dibujó esta imagen, la escaneó y publicó en algunos sitios de la red. Aunque la historia sólo se volvió famosa en Corea, hoy se trata de una leyenda que aterroriza a millones de internautas. Muchos cuentan que al verla cinco minutos fijamente a los ojos comienza a ver una especie de anillos dorados que desquician al espectador orillándolo a suicidarse.
Todas estas historias pueden ser sólo teorías, pero las coincidencias entre muertes, enfermedades y estos cuadros son varias. Suponer que algo no puede ser real porque no podemos verlo o tocarlo es pretencioso… e ingenuo. Sólo los dueños de estas piezas saben a ciencia cierta qué sucede más allá del óleo de las pinturas malditas que, a pesar de su fama, nadie quiere.
Fuente: culturacolectiva
No hay comentarios: