Los atletas olímpicos derraman sangre, sudor y lágrimas por la oportunidad de luchar por el oro y enorgullecer a su país una vez cada cuatro años.
Mientras que muchos países desarrollados esperan que sus atletas compitan exclusivamente por la gloria de la victoria, otras naciones ofrecen a sus deportistas dinero en efectivo y otros incentivos con la esperanza de estimular el medallero.
Cheques de hasta seis cifras
El mayor cheque por una sola medalla de oro no llega ni siquiera de un país.
La atleta taiwanesa Hsu Shu-Ching, que compitió bajo la bandera de China-Taipei en levantamiento de pesas, fue recompensada con 952.000 dólares por el Ministerio de Educación de Taiwán y el Comité Olímpico de la isla.
El nadador Jose Schooling ganó la primera medalla olímpica de oro para Singapur y conquistó los corazones de sus compatriotas. También se embolsó 746.000 dólares, el premio del programa del Consejo Nacional de los Juegos Olímpicos de Singapur para recompensar a los atletas por las medallas ganadas.
Otros países que ofrecen cheques de seis cifras a los medallistas de oro olímpicos son Indonesia, Malasia, Tailandia, Rusia y el país anfitrión Brasil, donde un oro, según reportes, vale 250.000 dólares.
Francia, Corea del Sur, Japón, China y Estados Unidos también recompensan a los medallistas con dinero, pero en una escala mucho menor. China ofrece aproximadamente 36.000 dólares por una medalla de oro, mientras que el Comité Olímpico de Estados Unidos premia a los medallistas de oro con 25.000 dólares.
A veces, no son solo los atletas se llevan premios por la gloria olímpica. Algunos países también reconocen la contribución de los entrenadores y los recompensan cuando los atletas terminan en el podio. Corea del Sur, India y Azerbaiyán están entre los que premian a los entrenadores de los medallistas de oro. Los premios en metálico oscilan entre los 7.000 y los 123.000 dólares.
Sin embargo, quienes compiten por Gran Bretaña no ven ni un centavo. El equipo británico ha ganado más de 50 medallas en Río, pero ni el gobierno ni la Asociación Olímpica Británica dan a los atletas ninguna recompensa monetaria. ¿Por qué? Bueno, la Asociación cree que los atletas están motivados por el deseo de representar a su país y su amor por el deporte.
No se trata solo de dinero contante y sonante
En el otro extremo del espectro se encuentra Trinidad y Tobago.
Cuando Keshorn Walcott arrojó una jabalina a 84.58 metros en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, estableció un nuevo récord mundial y ganó la segunda medalla de oro para el país.
Walcott recibió una bienvenida de héroe cuando regresó a casa.
El gobierno declaró el día de su llegada, día de fiesta nacional y dio su nombre a un faro y a un avión. También le dio 150.000 dólares en efectivo, un nuevo departamento de lujo y 2.000 metros cuadrados de terreno.
Y los premios no llegan solo de gobiernos. Empresas y corporaciones tienen mucho interés también.
Después de los Juegos de 2012, los nadadores chinos Sun Yang y Ye Shi-wen, ganadores del oro, recibieron cada uno apartamentos de 140 metros cuadrados como regalo de un promotor local, según los medios locales.
Algunos de los incentivos más 'deliciosos' han llegado de Europa: un productor de carne premió a los medallistas de Bielorrusia en 2008 con salchichas ilimitadas.
Asia, mejores premios para fomentar una cultura olímpica
En general, los países asiáticos ofrecen los premios en efectivo más generosa a los medallistas.
Stefan Szymanski, profesor de Administración Deportiva de la Universidad de Michigan, dijo que muchos de estos países no tienen una fuerte cultura olímpica ni historia deportiva, ya que son relativamente recién llegados a los Juegos.
Dijo los incentivos se proporcionan para alentar a sus atletas a ganar medallas y alcanzar a los países occidentales.
A pesar de ello, la mayoría de estos países no tiene unos medalleros tan impresionantes como sus premios.
"Desarrollar una cultura olímpica y deportiva toma tiempo", dijo. "Anticipo que las naciones asiáticas tendrán gran éxito en los deportes en un futuro próximo".
Disfrutar de las recompensas, pero pagar impuestos
Las medallas y bonificaciones pueden valer una fortuna, pero en algunos países el dinero no va directamente a las cuentas de los atletas.
Los medallistas estadounidenses tienen que pagar impuestos estatales y federales por el premio otorgado. Las medallas de oro y plata también serán gravadas por el valor de las mismas -el valor de una medalla de bronce es demasiado insignificante como para ser gravada-.
En Singapur, el 20% del premio en metálico que reciben los medallistas tiene que volver a la Asociación Nacional de Deportes para la formación y el desarrollo.
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