Cuando somos adolescentes virginales todo lo que sabemos del sexo viene de lo que nos cuentan los amigos, las conversaciones incómodas con nuestros papás, lo que vemos en la tele y lo que nos llegan a platicar en la escuela.
Pero como nuestra fuente de información más importante es el internet (y Yahoo Respuestas, aparentemente) llegamos a tener ideas muy equivocadas de cómo funciona esto de tener una vida sexual activa. Estos son algunas de las mentiras que nos creemos cuando somos adolescentes (y que después descubrimos que no son ciertas).
Que tener sexo con un chico sin rasurarte es lo peor que te puede pasar
No, no se dan cuenta. Y si lo notan no les importa como para dejar de hacer lo que están haciendo, ni como para mañana contarle a todos sus amigos que se te olvidó pasarte el rastrillo. No te van a poner de apodo “la peluda” ni vas a vivir en vergüenza el resto de tu juventud. Son pelos, a todas nos pasa. Ser espontáneos implica que a veces las piernas pican. No pasa nada.
Que acostarte con alguien que no es tu novio es “de zorras”
Si no te casas con tu novio de la prepa te puedo casi garantizar que esto te va a pasar al menos una vez en la vida. Es muy innecesario clasificar de forma negativa a una persona por cómo decide expresar su sexualidad (especialmente si eres tú misma). Si es “de zorras” disfrutar de tu cuerpo y vivir tu sexualidad de forma divertida y responsable, seamos zorras TODAS.
El sexo es como se ve en la tele
No nos ponemos a pensar que esa embarradez de cuerpos puede ser un método para evitar que se vea una boob en televisión abierta. En la vida real, después de 10 minutos de estar así de cerca panza con panza el cuerpo empieza a hacer sonidos como de succión de destapacaños y necesitas cambiar de posición.
El sexo es como se ve en la pornografía
No sé cómo tengan que entrenar esas chicas para perder el reflejo de vómito, debe haber una clase para estrellas porno y traga espadas a la que nunca nos han invitado porque por regla general, hasta que intentas hacer sexo oral te das cuenta de que la garganta tiene un tope, y si te pasas te arrepientes. También te das cuenta más delante de que no nacemos contorsionistas, y no todos los chicos te pueden cargar contra la pared sin cansarse, y que el sexo en la regadera es peligroso…
Que los chicos siempre quieren sexo
Incluso en la adolescencia cuando la hormona gobierna hay veces que, al igual que nosotras, los chicos tienen más ganas de dormir o divertirse con los amigos que de tener sexo.
Que no puedes evitar gritar cuando tienes sexo
Culpo de nuevo a la pornografía. Con la edad te das cuenta de que a veces el ruido es más “show” que necesidad. Es el equivalente menos incómodo de hablar sexy en la cama, pero perfectamente puedes tener sexo con tus papás en el cuarto de al lado durante las vacaciones familiares sin que toda la cabaña se entere.
Que comprar condones da pena (y lo deben hacer los chicos)
Otra idea que afortunadamente abandonas con la edad. A los 16 la idea de pasar a una farmacia a pedir condones te puede parecer vergonzosa, pero con la edad llega la madurez de saber que hay gente que compra crema para las hemorroides (osea, que no tienes de qué avergonzarte). Para cuando llegues a los 30 estarás echando la caja de condones hasta arriba del carrito del súper (para que no se aplasten).
Que tu primera vez vas a chorrear sangre como película de Tarantino
Muchas chicas ni siquiera sangran, para la mayoría es una mancha diminuta. Incluso si te tocó ser de las que sí sangran como para colgar la sábana con orgullo en la ventana no es tantísima como para tener que hacer algo al respecto. Si quieres ir a la segura, con poner una toalla (de baño, no femenina) debajo de ti basta.
Que el sexo oral no es sexo
Desafortunadamente este mito sólo lo dejan de creer las personas que terminan con una enfermedad de transmisión sexual en la boca. El sexo oral es sexo, y se debe hacer sólo con condón si no es con una pareja estable que se haya checado antes y esté seguro de que no tiene algo contagioso.
No puedes esperar para tener sexo en el jacuzzi
Después de tener sexo por primera vez te das cuenta de que es impráctico, insalubre y casi imposible la penetración en el agua. ¿De dónde suponemos que viene la lubricación, del agua asquerosa llena de bacterias? La playa tampoco es opción. La arena es exfoliante, y se mete en TODOS lados... evita la playa, olvídate de la playa, aprende en cabeza ajena y nunca intentes el sexo en la playa...
¿Qué creías tú del sexo cuando eras adolescente?
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