Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados aprendieron a temerle tanto al tratamiento, como a las balas enemigas. Las condiciones antihigiénicas y el equipo en los hospitales de campo hacían de las heridas abiertas un semillero para las bacterias que mataban a miles de personas, particularmente las cepas Gram negativas de acción rápida casi indetectables que causaban el síndrome de choque tóxico, la meningitis y la tifoidea.
Hoy en día, las enormes mejoras en la higiene médica han reducido en gran medida las probabilidades de que los pacientes sean intoxicados en la mesa de tratamiento. Y nuestra seguridad es protegida por una fuente poco probable... la sangre azul del cangrejo herradura.
La criatura en forma de casco ha desarrollado una excepcional defensa para compensar su vulnerabilidad a las infecciones en aguas poco profundas. Cuando se enfrentan a las toxinas producidas por las bacterias, los amebocitos en la sangre (que son de color azul por las moléculas basadas en cobre) identifican y se espesan alrededor de la materia que invade, atrapando la amenaza dentro de un sello similar a un gel que impide que se propague.
El método de la naturaleza ahora se utiliza a gran escala. Más de 600.000 cangrejos son capturados cada año durante la temporada de apareamiento en la primavera, para "donar" alrededor del 30% de su sangre a unos cuantos centros especializados en Estados Unidos y Asia. La sangre vale 60.000 dólares por galón en una industria global valorada en 50 millones de dólares al año.
Un extracto ha sido utilizado en una prueba de contaminación estándar en la industria de lisado de amebocitos de limulus (LAL) desde 1970, reemplazando un sistema basado en conejos. Cuarenta y cinco minutos de exposición a la sangre del cangrejo son suficientes para revelar las endotoxinas de las bacterias Gram negativas, las cuales de otra forma evitan la detección, y es lo suficientemente sensible como para aislar una amenaza del tamaño equivalente a un grano de arena en una piscina. La Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) requiere que los medicamentos intravenosos y cualquier equipo médico que entre en contacto con el cuerpo, primero debe pasar por la sangre del cangrejo, desde las agujas hasta los implantes quirúrgicos como los marcapasos. Como resultado, miles de personas más sobreviven a estos procedimientos.
El método ya está establecido, pero constantemente es sometido a mejoras, según John Dubczak, el gerente general en Charles River Laboratories, una organización que fabrica y distribuye alrededor del mundo productos LAL.
"La detección se reduce a una parte por billón", dijo. "Pero lo podemos llevar a una décima parte de un billón, y a otras órdenes de magnitud más sensibles".
Charles River ha adaptado el sistema para convertirlo en un kit portátil que requiere tan solo el 5% de la solución de la sangre. Tales sistemas pueden ser aplicados fuera del laboratorio y traspasar nuevas fronteras, como en un viaje a la Estación Espacial Internacional.
"La prueba fue utilizada para determinar si ciertos tipos de bacterias estaban presentes en varias superficies de la estación espacial", dijo Norman Wainwright, director de Investigación y Desarrollo. Además, el sistema podría "ayudar al desarrollo de estudios biológicos necesarios para una prolongada presencia humana en el espacio, desde estudios de la salud de la tripulación y el medio ambiente de la nave hasta la búsqueda de vida en otros lugares del sistema solar".
La sangre también está encontrando otros usos en la Tierra. Científicos japoneses han ideado una prueba para infecciones micóticas con ella, y otra investigación más está desarrollando un tratamiento en contra de virus y el cáncer a través del mismo principio de aislar y atrapar las amenazas.
Debido a que las aplicaciones y su valor se multiplican, los esfuerzos han aumentado por desarrollar pruebas alternativas, en lugar de depender de criar los cangrejos. Un enfoque utiliza un chip electrónico que envía una alerta cuando entra en contacto con los contaminantes. Otro sistema que utiliza cristales líquidos, desarrollado por la Universidad de Wsconsin-Madison, podría ofrecer una capacidad similar de detección a un menor costo.
"La literatura de Wisconsin afirma sobrepasar la sensibilidad y especificidad para encontrar toxinas, así que los falsos positivos no son un problema serio", dice el Dr. Peter B. Armstrong, un profesor de biología molecular y celular en la Universidad de California. "Sin embargo, nada ha llegado al nivel de la aprobación de la FDA para demostrar que es una alternativa viable a la prueba LAL. Al conocer el costo y la dificultad de obtener las pruebas de la FDA, podría pasar un poco de tiempo antes de que cualquier alternativa esté disponible en el mercado".
La urgencia podría aumentar con los informes de que las cifras del cangrejo herradura están disminuyendo, por una variedad de razones; la población más grande del mundo en la bahía de Delaware supuestamente se redujo entre 75% y 90% en los últimos 15 años. Aunque hay procedimientos de bienestar en cultivar la sangre, entre el 10-30% de los cangrejos donantes mueren en el proceso. Un estudio reciente demostró que los sobrevivientes también quedan afectados después de la liberación y a menudo son incapaces de reproducirse, lo que es otra amenaza para la población.
"Es difícil porque la sangre es crucial para los problemas de salud en humanos, pero la industria biomédica necesita mantener la población estable", dice Christopher Chabot, un profesor de biología en Plymouth State, quien dirigió el estudio. "Sugerimos reducir el tiempo que están fuera del agua, y mantener una temperatura ambiente para el transporte... la tasa de mortalidad es menor si se mantienen frescos".
Al final, Chabot cree que es necesario que haya una alternativa para reducir la presión sobre la población, por medio de programas de conservación y el desarrollo de un substituto sintético. No está claro cuál es la fecha de vencimiento de los servicios para salvar vidas del cangrejo herradura, pero sin él, la medicina regresará a la edad media.
No hay comentarios: