Amanj Issen es un joven kurdo de 29 años que está muy enamorado de Jana Stankeviciute, una letona de 24 añosque volvía a su casa en Kent (Reino Unido)después de pasar un mes con su familia.
Amanj decidió prepararle una bonita bienvenida con flores, champán y velaspara demostrarle todo lo que le había echado de menos.
El joven puso las velas en forma de corazón con una flecha atravesándolo de derecha a izquierda y con el nombre de Jana a modo de epílogo. Media hora antes de que Jana llegara las encendió y bajó impaciente a la puerta a esperar la llegada de la muchacha.
Sin embargo, pocos minutos después todo se fue al garete. Escuchó una fuerte explosión, se giró y vio su casa en llamas.
Según uno de los bomberos: “lo más probable es que las velas estuvieran cerca de algo inflamable o que se queme con facilidad. La gente coloca estas velitas directamente encima de las alfombras, sin un portavelas adecuado, y el calor que desprenden puede provocar un incendio”.
La habitación quedó calcinada, pero la joven reconoce que el gesto romántico de su pareja vale más que mil meteduras de pata.
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