Una bala que, tras ser disparada, se detiene y cambia de dirección. Todo en milésimas de segundo, como en la película Matrix.
Pero en este caso, el escenario es la realidad y el "arquitecto", el ejército de Estados Unidos.
Seis años le tomó a la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA por sus siglas en inglés), desarrollar el prototipo.
Y tras unos US$25 millones invertidos, lograron una prueba que funcionó.
La DARPA es el brazo de la defensa de EE.UU. encargado de desarrollar las armas del futuro. Y basta ver el video del demo de la bala para darse cuenta.
Este muestra un disparo de rifle, calibre 50. La bala alcanza su objetivo, con el mero detalle de que el rifle apuntaba hacia otra dirección.
La bala fue desarrollada como parte del proyecto Artillería de Extrema Precisión (EXACTO) y "busca mejorar la efectividad de francotiradores y la seguridad de las tropas al permitirles mayores alejamientos de tiro y una reducción de los plazos para alcanzar el blanco", asegura la página web del proyecto.
"Es crítico para los francotiradores ser capaces de alcanzar los objetivos más rápido y con mayor precisión, ya que cada disparo que no alcanza su objetivo pone en riesgo la seguridad de las tropas, al indicar su presencia y, potencialmente, exponer su ubicación".
"Santo grial" de la balística
La teoría detrás de la tecnología de EXACTO pareciera no ser demasiado complicada. Se basa en un sistema de guía que envía señales a la bala mientras está en vuelo y altera su curso.
Pero el video es de baja resolución y no muestra exactamente cómo se guía la bala.
Lo básico de la reproducción no es casual: de demostrarse su efectividad, el sistema cambiará la forma de hacer una guerra. Y la DARPA lo mantiene como su secreto mejor guardado. O al menos, como uno de ellos.
"La idea de balas guiadas siempre ha sido considerada 'el santo grial' de la tecnología de proyectiles, a pesar de que sólo recientemente se han vuelto disponibles los micro-sensores que facilitan esta tecnología", le comenta a BBC Mundo Christopher Shepherd, profesor de Ciencia Forense de la Universidad de Kent, experto en balística.
"De hecho, esta tecnología es pionera, a pesar de que se ha estado investigando por años", continúa Shepherd.
Porque a pesar de que fórmulas para desviar proyectiles en vuelo han sido ampliamente estudiadas y utilizadas en armamento de guerra mayor –como misiles-, las pruebas en municiones más pequeñas no han sido exitosas. Hasta ahora.
"Las armas de menor calibre tienen un espacio extremadamente limitado para adaptarse a estos mecanismos. El cambio de la masa y la distribución de un proyectil puede alterar significativamente su rendimiento balístico exterior, por lo que la miniaturización de las tecnologías necesarias es probablemente el mayor desafío", le explica a BBC Mundo James Shackel, experto en balística y profesor del Cranfield Forensic Institute.
¿Cómo funciona el sistema?
La forma en que funciona el sistema que direcciona la bala, por lo tanto, el que la desvía, es un total misterio. Pero los expertos tienen algunas pistas.
"La habilidad de corrección [de la dirección] está relacionada ya sea a los anillos mostrados (expansión/contracción de estos anillos que alteran la distribución de la masa y/o el flujo de aire de la superficie de la bala) o podría haber una masa dentro de la bala que puede cambiar de posición, lo que provoca que la bala giratoria cambie de posición", explica Shackel.
Sin embargo, este cambio tiene sus límites. Y las balas de rifle calibre 50 son unas de las más grandes dentro de las municiones de armas menores.
"Aunque el mecanismo interno de la bala en el sistema EXACTO es desconocido, probablemente sólo será capaz de realizar pequeños cambios en su durante estos intervalos más largos, debido a la velocidad a la que la bala se mueve", señala Shepherd.
"El pequeño tamaño de la bala, y la falta de aletas en este sistema EXACTO también parece ofrecer poca oportunidad para frenar el descenso de la bala de manera significativa para facilitar un mayor cambio en la dirección. Un sistema anterior publicado por otro organismo de defensa de EE.UU. emplea aletas para maniobrar el proyectil y es la manera más fácil de hacerlo", le comenta a BBC Mundo el investigador de la Universidad de Kent.
Se refiere al desarrollado por Sandia, otra agencia del gobierno estadounidense, que en 2012 desarrolló un prototipo de bala guiada con un sensor interno y aletas ajustables. Sin embargo, el sistema se basaba en tecnología de transmisión láser, por lo que era vulnerable a las condiciones climáticas, algo que la DARPA parece haber resuelto.
"La utilización de un sistema de teledirección óptico, el que sólo puedo asumir que sea basado en infrarrojo, significa que no tendrá los mismos problemas que los sistemas anteriores asociados a tecnologías láser que se bloquean o son sensibles a las condiciones climáticas".
¿Revolución de la guerra moderna?
Esta tecnología no es necesariamente aplicable a todos los escenarios donde se desarrollan los actuales conflictos bélicos.
"La guerra moderna no se lucha en un campo de batalla como las anteriores guerras mundiales", asegura Shepherd.
Según el experto, las disputas de hoy tienen dos grandes escenarios. El primero son las luchas urbanas, en estrecho contacto con el adversario. En ellas este sistema no serviría, dado el corto alcance de la trayectoria de las balas utilizadas.
Un segundo escenario de las guerras modernas son los intercambios de larga distancia, con francotiradores en condiciones adversas, como las que ha enfrentado el ejército de EE.UU. en Afganistán: campos montañosos, con poca visibilidad y donde los objetivos no están en la línea de visión.
"Es un tremendo desafío para los francotiradores militares darle a blancos en movimiento en condiciones no favorables, como fuertes vientos y terreno polvoriento, como el que se encuentra comúnmente en Afganistán, con la tecnología actual", narra la página oficial de la DARPA.
"Este nuevo sistema ayudará a hacer tiros largos más preciso o a golpear objetivos que quizá no están en la línea de visión, aunque es probable que sea sólo en un pequeño número de casos", concluye Shepherd.
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