Las mujeres tenemos necesidades dietarias especiales a través de nuestra , desde la pre-adolescencia hasta la menopausia y más allá; Pensando en nosotras, un nutricionista armó un listado de los alimentos imprescindibles
Por la serie de cambios
físicos que atraviesan las mujeres a lo largo de sus vidas, deben
adaptar su alimentación de acuerdo a la etapa que estén viviendo. Sin
embargo, en cualquiera de ellas, se deberían incorporar estos alimentos
claves para cuidar la salud:
* Lechuga: aporta muy pocas calorías, tiene un alto
porcentaje de agua (90-95%), vitaminas (folatos, beta caroteno y
vitamina C -estas dos últimas están relacionadas con la prevención de
enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer-),
minerales (potasio, magnesio) y fibra, necesaria para el buen
funcionamiento intestinal.
* Perejil: mezclado con las ensaladas, se puede
usar como condimento saludable. Es rico en potasio, calcio y magnesio, y
contiene también vitaminas A, B y C. Se recomienda el té de las raíces
de perejil como un excelente diurético y para combatir los problemas
renales y las enfermedades de la vejiga.
* Tomate: es muy saludable y contiene un
antioxidante llamado licopeno, que previene el cáncer de mama. Además,
es una fuente importante de potasio y magnesio, y un alimento muy rico
en vitamina C. Sus antioxidantes se liberan sobre todo al cocinarse y se
aprovechan mejor cuando entran en contacto con algún tipo de aceite o
grasa.
* Manzana: por su elevado contenido de agua (más de
un 80%), nos hidrata y por ello es un excelente alimento. La piel tiene
pectina, una fibra que protege nuestra mucosa intestinal y cumple un
papel protector frente al cáncer de colon.
* Lácteos: los yogures dietéticos y leches aportan
minerales como el calcio que previene la desmineralización ósea y son
una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico. También se
pueden ingerir leches fortificadas con hierro (necesario para la
formación de sangre durante la menstruación), vitamina B6 (importante
para el metabolismo proteico) o ácido graso DHA (recomendado durante el
embarazo y la lactancia materna).
* Carnes: la de cerdo, de vaca y el pollo brindan
una buena cantidad de vitamina B, que puede reducir el riesgo de
infertilidad y aborto involuntario. Da como resultado también unos ojos
sanos, así como la piel, labios, uñas y pelo en buen estado. Además,
reduce el riesgo de náuseas durante el embarazo y aporta hierro,
fundamental para prevenir la anemia.
* Ananá: es una fruta diurética y depurativa que
mediante la orina elimina las toxinas que acumula nuestro organismo y,
además, previene el estreñimiento. Es rica en vitaminas C, B1, B6, ácido
fólico y potasio. Como este alimento está compuesto en su gran mayoría
por agua, apenas contiene grasa y es muy bajo en calorías.
* Zanahoria: a pesar de que provee calcio, hierro,
potasio, fósforo y vitaminas B, C y D, se destaca sobre todo por
contener betacaroteno. Este nutriente no sólo previene contra el cáncer,
sino que también protege las arterias, el sistema inmunológico y
combate las infecciones. Para que el cuerpo absorba mejor el caroteno,
es recomendable comer las zanahorias cocinadas en lugar de crudas.
* Legumbres: aportan vitamina B, fibras y
antioxidantes. Si bien son beneficiosas en todas las etapas de la vida,
durante la menopausia la soja es la más recomendable por su contenido en
fitoesteroles, que contiene una proteína llamada genisteína que actúa
como estrogénico débil y ayuda a mantener la integridad ósea.
* Pescados de agua fría (salmón, atún, bacalao):
son la fuente principal del DHA, un ácido graso de la familia de los
omega 3. Este nutriente es importante para el desarrollo del útero, la
placenta y la salud mental y visual de los bebés, así como también ayuda
a prevenir enfermedades cardiovasculares. Además, disminuye el riesgo
de desarrollar Alzheimer y el deterioro cognitivo.
Para que el cuerpo femenino desempeñe sus funciones vitales de forma
eficaz se deben evitar el azúcar, las grasas, la sal, las bebidas
alcohólicas y las gaseosas. También es importante tomar al menos de 6 a 8
vasos de agua al día.