Vivimos con manipuladores, trabajamos con ellos y tenemos breves encuentros con algunos dondequiera que vamos. La primera táctica del manipulador es adularte para congraciarse contigo y lograr de ti lo que quieren.
Ya que saben que a la larga “se les ve la costura”, te das cuenta de su juego y no caes en él, han refinado sus tácticas en adulaciones escondidas para que no te des cuenta de las intenciones. Las enumera el Dr. Adam Grant, profesor de Wharton School of Business y son 7 estrategias que utilizan consistentemente altos ejecutivos de grandes empresas para manipular a los demás, sin que sospechen sus motivos. Puedes ver estas tácticas también en tu pareja, tu familia y tus amigos.
1. Halagarte, fingiendo sentirse incómodo, diciendo frases como estas:
“No quiero avergonzarte, pero…”
“Sé que no quieres que te diga esto, pero…”
“Me vas a odiar por decir esto, pero…”
La táctica da resultado porque te enfocas en hacer sentir bien al otro y lo admiras por ser tímido y modesto.
2. Esconder la adulación detrás de pedir consejos. Es muy efectivo porque te hace sentir tan sabio que en seguida aceptas lo que te pida.
3. Hablar bien de ti a los demás, a tus espaldas. Halagar a alguien de frente es sospechoso. Cuando hablan bien de ti a tus amigos y conocidos, siempre lo vas a saber, parece más genuino y da resultados.
4. Argumentar antes de estar de acuerdo. Cuando alguien se pone de acuerdo contigo enseguida, dudas de sus intenciones. Si te discute un poco y te invita a que lo convenzas y lo haces, te sientes inteligente y piensas que puedes confiar en él.
5. Estar de acuerdo con tu opinión después de aprender sobre ella a través de otros. Otra táctica es buscar información sobre tus opiniones y aparecer como que está de acuerdo contigo. Entonces crees que se interesó mucho en ti y le das credibilidad.
6. Endosar tus valores. Conversan sobre valores para encontrar una base de acuerdo común y te sientes confiado. Cuando la gente establece que comparte nuestros valores, no dudamos de lo que dicen después.
7. Hacer referencia a un grupo en común antes de adular. Traen a la conversación un grupo al que ambos pertenecen para establecer confianza y ser más convincente.
¡Alerta! Te sientes mejor cuando te das cuenta de que te están manipulando porque a fin de cuentas, mantienes el control sobre tu decisión.