Un estudio publicado por la revista Oxford Economic Papers, con datos de cientos de miles de hombres de veintiún años obtenidos en quince países europeos, revela que entre 1875 y 1975 la altura media de los varones pasó de 167 a 178 centímetros.
Según Timothy Hatton, profesor de Economía en la Universidad de Essex, en el Reino Unido, que ha coordinado el ensayo, el aumento de la estatura está íntimamente relacionado con una mejora en la salud.
De hecho, los avances en educación y condiciones de vida, el acceso generalizado a la sanidad y a alimentos más ricos en nutrientes y el control de muchas enfermedades produjeron el mayor estirón de la historia en un grupo humano.
¿Significa esto que seguiremos creciendo siempre? No, al decir de los expertos. Es más, según parece, la tendencia a aumentar de estatura se ha estabilizado en los últimos años, lo que para algunos investigadores denota que hay un límite para la misma que nuestros genes no podrán rebasar.